El muchacho de los ojos tristes(nathan)

Miércoles. Un día bochornoso, no recordaba casi nada del día anterior, bueno, no de la noche que pasé. Era costumbre despertarse solo en casa y tener que rebuscar algo en la nevera para desayunar, Alex no es que se preocupase demasiado en dejar el desayuno hecho y que iba a decir yo, no tenía porqué hacerlo. Pero solo imaginármelo preparando el desayuno me hacía sonreir somnoliento pues sería bastante gracioso es irónico.

Tarareé algún par de canciones durante la pequeña travesía hasta una tienda de cómics que me habían recomendado y es que no me podía resistir, amaba los cómics como si estos sustentasen alguna fuente importante para poder sobrevivir. Simplemente me hacían no pensar, y yo nunca quería pensar, quería evadirme.

─ No está nada mal... ─ Murmuré cuando había llegado y había posado mi mirada en uno de los escaparates, ¿tendrían además merchandinsing? Quería una camiseta de algo y realmente era necesidad, toda mi ropa había encogido, al menos la mayoría; podría echarle la culpa a la secadora o a Alex después. Crucé el umbral parpadeando un par de veces, cuanta gente.

Pese a ser alto, estaban todos tan reunidos tales ovejitas que no podía ver ni la portada del cómics más cutre de todos los tiempos, digase porque rodeaban la estantería, mesa, lo que fuera. Levanté las cejas, ni que tuviese que venir vestido de antidisturbios para pasar por ellos. ─ ¿Eh? ─ Parpadeé un par de veces para observar a la pelirroja que se había acercado a mi.

No me dio tiempo casi de contestar mientras alzaba una mano en señal de negativa, no quería los especiales... solo venía por una serie de 2013 o 2012. Sonreí ante su respuesta al chicho que se estaba quejando. ─ La camisa es de un amigo, me gusta V, pero soy más de otras personas. ─ Mantuve esa sonrisa. ─ Ya, me han recomendado la tienda. Nath... Nathan. ─ Concluí con una pequeña presentación devolviéndole el gesto del apretón de manos aunque me acerqué ya por costumbre a darle un beso de esos superficiales en la mejilla, no es que fuera fan de esas presentaciones ni que me gustasen, pero me parecía lo más correcto y educado.

─ No pasa nada. ─ Reí. ─ Eh, claro. ¿Conoces la película que se estrenó hace poco? La de Guardianes. Pues hace un año o dos se estrenó una serie de cómics de ellos pero... ─ Pausé un segundo. ─ ha sido imposible encontrarla. Se lo comieron los fanes, como esos. ─ Señalé a la "jauría" de chavales.

Sonreí estupidamente. Era lógico que no eran personajes que estuviesen relacionados con V. Eran personajes que pertenecían completamente al Universo Marvel y casi que casi al Universo Invincible. ─ Ronan. Pero no hay nada, absolutamente nada de ese tipo, es el de la película de Guardianes y... también me gusta mucho Pyros, de X-Men. Me gustan todos los antagonistas. ─ Me encogí de hombros siguiéndola, alegre.

Asentí esperando a que terminasen su conversación. Realmente solo quería el primero y quizás el segundo, pues no me alcanzaba el dinero. Los cómics usualmente no solían ser muy caros, pero no llevaba más de cinco o seis dólares encima. ─ Me gustaría, aunque solo estoy buscando los primeros por ahora. ─ Reparé sincero. ─ Y sí, sería genial, seguramente vuelva por aquí. ─ Reí al escuchar lo de la tarjeta. Ya conocía el sistema, o al menos uno parecido, era realmente casi como una ganga y me serviría.

─ No, no te preocupes. ─ Murmuré tranquilamente observando a mi alrededor, me sentí un tanto extraño. Estar con dos encargados de la tienda que se habían ofrecido a ayudarme, seguramente alguien estaría observando la situación y es que Leda parecía ser bastante querida en el ambiente. ─ Se llama Jeremy. ─ Respondí inconsciente.

─ Bien, tomaré el consejo... ─ Reí con él, las pelirrojas solían ser las que más le atraían en el mundillo del cómic, sobretodo porque el rojo era un color bastante atractivo de por si. ─ No, salvo los dos primeros números. ─ Sonreí ante su pregunta. ─ Y que me cobres los dos cómics, claro. ─ No tenía demasiado que decir y, la verdad, es que tampoco sabía que hacer exactamente. Observé el cabello rojizo de la chica, sus ojos claros y su cálida sonrisa, no había que preguntarse porque todos la apreciaban, era casi lógico. ─ Espero en la caja, y después si quieres... podemos tomar un café. ─ Sonreí invitándola con toda la confianza que pude sin reparar en el posible comentario que haría su buen amigo Bobby, caminé hacia la caja, bien parecía que aún esa jauría de devoradores de cómics seguían con las ediciones especiales que casi no había gente esperando a que les cobrasen.

No respondí. Simplemente asentí con una sonrisa. No tenía que negar que era tímido y tener que afirmar lo contrario, con el tiempo ella se percataría de que no era así, simplemente es que no sabía que contestar ante tanta palabrería y quizás se me hacía lioso. La relación que ella tenía con Bobby tampoco me alentaba a meterme en medio, simplemente escucharles intercambiar frases era más que suficiente. Esbozaba fácilmente una sonrisa con ella, me sentía cómodo, simplemente.

Me despedí de Bobby respondiéndole con el mismo gesto, un golpe en el hombro con el puño cerrado y un nos vemos más amable de lo que esperaba. Con ella ya fuera no pude evitar reír. ─ Menos mal que solo con las chicas. ─ Pausé intentando no interrumpirla. ─ Bueno, más o menos, no soy de muchas palabras. ─ Me encogí de hombros observando al frente, ¿se acercaba Halloween o la Purga? Porque un grupo de idiotas se había adelantado al acontecimiento. Pero no me molestaba tanto; observé a Leda. No tenía porqué agachar la cabeza, la rodeé por los hombros con mi brazo y la atraje un poco hacia mi. Siempre había sentido que así proporcionaba algún tipo de seguridad.

─ No pasa nada. ─ Le sonreí seguro. ─ A mi tampoco me gusta. ─ Suspiré separándome de ella cuando aquellos tipos se habían alejado lo suficiente, cogí la carta entre mis manos, me había sentado al lado de ella así que podía compartirla sin necesidad de tener que turnar el trozo de cartón. ─ Y sobre mi... ¿Qué quieres que te diga? ─ Reí nervioso. ¿Qué se supone que se decía? ─ Una pregunta por una pregunta, si quieres, así nos conocemos más, ¿qué te parece? ¿Quieres empezar tu? ─ Propuse.

Volví mi vista otra vez a las pequeñas letras y a los precios, hoy tan solo tomaría algo caliente, quizás el chocolate. Aquí solían ponerle nata y eso me gustaba mucho, quizás le pondrían también una pizca de canela. Metía más dulce y golosinas a mi cuerpo que comida sana, esto algún día podría matarme, estaba seguro. Pero mientras, seguiría sonriendo divertido a esa posibilidad.