Adam W. Rheinhard

Con el tiempo ha aprendido que en la vida no hay nada bueno excepto él mismo. Puede que hubiera un tiempo en el que se preocupara por alguien más que no fuese él mismo, pero eso ya es historia. Independiente, muy independiente, cuando era pequeño tuvo que aprender a sacarse las castañas del fuego él sólo. Reservado y misterioso, no se abre a los demás ni hablar de sí mismo, lo cual impide que los demás lleguen a conocerle. Es muy difícil ganarse su confianza. Es una persona solitaria, ya no sólo porque le cueste confiar en los demás sino porque siempre ha pensado que como mejor salen las cosas es haciéndolas él mismo. Evita a toda costa las compañías innecesarias, no te molestes en ser amable con él que si no le interesa estar contigo estarás perdiendo el tiempo. A veces puede resultar muy cortante y borde, no se molesta en disimular cuando algo o alguien no le interesa. Es bastante serio y de pocas palabras, aunque siempre directas y claras. Sacarle una sonrisa sincera puede ser misión imposible. Da la impresión de ser insensible y distante, resulta impenetrable a los ojos de quienes lo rodean. Detesta que se compadezcan de él.

Como es de imaginar, Adam no ha sido siempre lo que es ahora. Hubo un tiempo en el que, a pesar de no encontrarse en el mejor de los ambientes, fue un crío de cabellos rubios y mirada llena de ilusión. Claro que de ese feliciano niño ya no queda nada.
Surgido de un embarazo no deseado. Melissa, su madre, se quedó preñada de Adam a los diecisiete años en una noche de borrachera con su novio de aquél entonces, Robert. A los tres meses de embarazo, Robert se fue “a comprar tabaco”. Todos sabemos lo que pasó. Melissa, a pesar de plantearse seriamente la opción del aborto, siguió adelante. Para ella no fue fácil cuidar de Adam, su familia se había desentendido por completo de su problema, estaba sola. El nacimiento de Adam supuso un antes y un después en su vida. Le hizo abrir los ojos, madurar. Dada la situación en la que se vio envuelta, Melissa se vio obligada a meterse en el mundo de la prostitución (esto Adam no lo descubrió hasta los dieciséis años). Sin embargo, la vida de ambos dio un giro cuando Melissa conoció a Harry, un policía del que se acabó enamorando. Gracias a él, Adam y Melissa tuvieron una vida mejor. Adam pudo ir al colegio y Melissa dejar su denigrante trabajo. Sin embargo, ya se sabe el dicho, no es oro todo lo que reluce. Conforme pasaba el tiempo, Harry fue mostrando su verdadero rostro. El trabajo de policía no era fácil, no, y ya se encargaba él de dejárselo claro a su familia. Al principio solo eran gritos pero enseguida pasó a las manos. Melissa intentaba ocultar sin mucho éxito los cardenales bajo capas y capas de maquillaje. A pesar del maltrato le seguía queriendo, nunca pidió ayuda. A los dieciséis años, Adam dejó de callarse y de fingir que no se enteraba de lo que pasaba en su casa. Se enfrentó a Harry y salió perdiendo, desde entonces él también pasó a ser el objetivo de los golpes. Fue entonces cuando comenzó la transformación de Adam. Llegó el día en el que su sonrisa desapareció. A pesar del miedo, no dejó de enfrentarse a Harry ni de intentar defender a su madre, lo cual solo empeoraba la situación. Por petición de Melissa, se calló y no buscó ayuda fuera de casa, cosa por la que se arrepentirá eternamente.
En 2013, todo cambió. Adam vió en La Purga una solución para sus vidas. Para aquél entonces su mente estaba ya tan machacada que ni se lo pensó. Sin remordimientos, sin vacilación alguna y, sobretodo, sin arrepentimiento alguno, el 21 de junio de 2013 acabó con la vida de Harry Rowle. Como si de un psicópata se tratara, lo disfrutó, disfrutó mucho viendo como la vida se apagaba en la mirada del hijo de puta que tan mal se lo había hecho pasar a su madre. Sin embargo, la cosa no salió como Adam pensaba pues, horas después, Melissa, a quién le sobrepasó la situación, acabó quitándose la vida. Desde entonces, Adam carga con el peso de su muerte, aunque no se arrepiente de lo que hizo a Harry.

Familia:
- Madre: Melissa Rheinhard [†]
- Robert Keeler [padre]
- Novio de Melissa: Harry Rowle [†]

OTRAS COSAS: En la actualidad, no le queda nada pero sabe cómo sobrevivir en la calle ya sea a base de robos o aceptando trabajos de dudosa legalidad. Tampoco se esfuerza en buscar una forma de mejorar su calidad de vida, no le importa.
Se ha propuesto dar con el paradero de Robert a quién actualmente culpa por el destino de su madre, y encargarse de que pague por ello.