Mascaras de payaso(libre)(+18)

Sus músculos se tensaron. Sentimientos nacidos de como ahora ella lo llenaba de besos y caricias, como mostraba su desesperación por la unión, aquel deseo tan fuerte que no podía ser descrito en palabras, una cruda lujuria que solo se demostraba uniendo de esa forma sus cuerpos. Esa profunda y primitiva necesidad le poseyó cuando la observo en los ojos y le sintió besarlo una y otra vez, demostrando su deleite, demostrando con su cuerpo y su voz que disfrutaba de él, que lo disfrutaba a él. Cerró los ojos e inhaló bruscamente en aroma de la piel de ella pasando por su cuello.

Olió el deseo de ella y le complació tremendamente el ser aquel causante de poseer de esa forma a la mujer. Habiéndose considerado perdido todo el tiempo jamas experimento unión tan poderosa como la que ahora tenía con ella, no le importaba que sus sentimientos fueran tan intensos que bordearan la posesividad. Eran genuinos y estaba disfrutando la capacidad de desearla con posesividad, sin importar lo peligroso que fuera para ella, siendo él quien era y a que se dedicaba en secreto.

Ella era su mujer ahora, marcada de por vida, Leda sería la clase de mujer que permanecía en la mente de Sasaki todo el tiempo. Era el material de los sueños. Ardientes sueños nocturnos, sábanas de seda, y montones de sexo húmedo. Una fantasía viviente que podía hacer realidad cuando quisiera como en esos momentos. Una tormenta estaba rugiendo dentro cuando empujo de nuevo con fuerza cuando ella tomo y lo atrajo hacía sus pechos, su boca buscando cada centímetro del cuerpo de ella, cada sombra y cada hueco desde esa posición sin dejar de empeñar todo su esfuerzo en entrar y salir de ella, acariciando e inflamando todo el interior. Creando fuego dentro suyo. Sasaki sentía como estaba llegando al clímax, la boca caliente sobre su piel podía sentir los latidos de su corazón con fuerza mientras el cuerpo se tensaba por completo.

- Dios, Leda… -gruñó él, que pareció perder el control en ese momento, de forma que sus envites adoptaron un ritmo frenético, enloquecedor, salvaje. Que la llevó hasta el orgasmo. El placer que tanto ansiaba, que tanto deseaba, la asaltó en sucesivas oleadas.- Leda, Leda, Leda… ¡LEDA! -gritó al final, al llegar a la última cumbre, jadeando y aferrada a ella mientras se dejaba llevar. Él enterró la cara en los suaves pechos de ella al tiempo que se hundía hasta el fondo por última vez al llegar al orgasmo.-

Después de flotar durante un minuto o dos en la más absoluta dicha. Porque dada la pasión que había surgido entre ellos, el frenesí que los había atrapado, había causado que Sasaki se derrumbara cubriendo todo el cuerpo de ella con el suyo propio, con los brazos alrededor de su cuerpo. Respiraba agitadamente contra la piel de ella mientras se re-acomodaba para colocar su rostro en el cuello de ella y dejar que su lengua le diera pequeñas lamidas al chupón rojo que se estaba formando en el cuello de ella.

- eso fue intenso -admitió el agente sin moverse, o sin tener ganas siquiera, sintiendo como en el interior de ella su esencia se mezclaba con la esencia de ella-

Se quedó muy quieto, sentía curiosidad por ver lo que ella hacía, temiendo por su cordura pues esas caricias y esos beso que le estaba dando estaba de nuevo despertando el deseo por ella, además de que estar en su interior aun, siendo preso había endurecido su sexo de nuevo. Le había pronunciar esas palabras que estaban cargadas de un sentimiento profundo, su voz era ritmica y tenía la cualidad de hacerlo sonreír, el deseo brillando en los ojos de Sasaki, aunque cuando ella le tocó, sintió que le pertenecía. Quería pertenecerle. Cada célula de su cuerpo clamaba por ella. La necesitaba.

- puedes hacer lo que quieras conmigo pequeña -susurro, su voz era suave cerca suyo mientras besaba y sentía el sabor de ella en su boca, la caricia de sus manos por su rostro y cuerpo, las palabras cálidas de pertenencia- y solo me iré si tu me lo pides -acarició su rostro con la yema de sus dedos mientras se apoyaba en un brazo para no colocar todo su peso sobre su cuerpo- si me pides que me quede lo haré -Cuando la lengua de ella penetró su boca, notó el sabor de ella que había tomado antes. Al sentirla, Sasaku tuvo un escalofrío de placer pues estaba comenzando a volverse adicto al sabor de su boca dentro de la de él-

Era la primera vez que tenía sensaciones tan intensas. Cuando ella la envolvió con sus brazos y lo apretó contra su cuerpo, Sasaki casi se derritió allí mismo. El asalto a su cuello fue sensual, sin prisas, hecho para tentar y despertar cada una de las partes de su ser. Cerro los ojos para sentir la sensación. Cuando comento sobre no saber como describir lo que paso Sasaki la miro a los ojos.

- la primera vez de todos debería de ser especial -anuncio con una voz de queda mientras recorría su rostro con sus mano también permitiéndose absorber el calor de ella, tomo la mano de ella, para besar el interior y dorso de la misma oyendo que le iba a costar dejarlo ir- entonces no me dejes -le dijo con una sonrisa divertida. Giro sobre sus cuerpos dejándola ahora a ella encima de él, sobre su torso para que estuvieran mas cómodos, los brazos del japones rodearon el cuerpo de ella y la acariciaron de arriba a abajo, pasando por sus piernas, su trasero, su espalda y hasta llegar a su rostro- tu también eres hermosa, Leda -confirmo sonriente mientras le daba un pequeño beso en el labio inferior de ella, cuando ella le comenzó a acariciar de nuevo y le sonrió respecto a que no sabía si le gustara o no, con esa sonrisa, aquella sonrisa le hizo darse cuenta de lo hermosa que era.- no te preocupes, que todo lo que venga de ti me gusta -le sonrió de vuelta mientras la apretaba entre sus brazos y besaba su cien.-

En eso regreso sus pensamientos a uno de sus comentarios anteriores, sobre el trabajo de ambos. ¿Ella tenía que trabajar? Le tomo del rostro y la miro interrogante.

- ¿te hice faltar a tu trabajo? -pregunto pues, por su parte no importaba, simplemente podía decir que estaba "patrullando" y eso sería todo, le acarició las mejillas y no se contuvo a besarlas.- es mi culpa -se lamento melodramáticamente- bueno en parte es tuya por ser irresistible pero mejor no vayamos por ese camino que me entraran de nuevo ganas -dijo ahora divertido volviendo a recostarla contra su pecho y abrazarla entrelazando sus brazos en la espalda de ella mientras miraba el techo de la habitación y recorriendo la espalda de ella con sus dedos de arriba a abajo, besando de vez en cuando la coronilla de ella- pero no quiero dejarte ir así que tendrás un día libre por hoy al menos -dice con un tono burlón- ¿buscas compañero de cuarto por si acaso? -pregunto ahora un poco serio-

Ahora sabía que no iba a poder dejarla ir, ni tampoco dejarla sola cuando llegara la purga, quería estar a su lado y protegerla. Quería estar allí para ella y no dejar que nada malo le pasara. Ella era suya, solo suya.

Sonrió por sus palabras y no pudo evitar que una pequeña risa saliera de su boca cuando ella le dijo que sus caricias eran un peligro, lo eran, si, pero las de ella también cumplían la misma función de estimular demasiado las ganas en el cuerpo del agente, no parecía notarlo, pero en los ojos negros de Sasaki solo se podía vislumbrar un calor profundo por Leda, un calor que solo puede ser apagado por el deseo del cuerpo de la mujer.

- no hay forma de que pueda irme -Lo dijo suavemente, la dolorosa necesidad, el terrible hambre, evidente en su voz por ella no podía ser disimulado, no quería disimularlo, quería que viera que su deseo era tan fuerte como el de ella- y me gusta verte descontrolada, yo pierdo el control con facilidad ahora que lo pienso cuando se trata de ti, no se si podre estar cinco segundos sin tocarte cuando estemos fuera de este cuarto, corres el riesgo que te tome frente a otros -sonrió pero su voz seguía siendo tranquila y pausada mientras recorría su boca y ella la de él entre besos, las caricias sobraban entre ellos, cada uno muy atento a las reacciones del otro-

Su pregunta sobre su primera vez le hizo sonreír de nuevo, le alegraba ser el primer hombre para ella que compartiera algo tan mágico como eso, deseaba ser el único también, se había esmerado en marcarla como suya, tanto en su cuerpo como su alma. Como lo había hecho ella, una poderosa posesividad rodeo la mente de Sasaki, posesividad por aquella pelirroja a quien no podía dejar de tocar, besar o ver.

- por más de que lo intentes, no podrías ocultar la primera vez -le toco el rostro como sumo cariño, movió sus manos casi ausentemente, amablemente, pidiendo tocarla más y grabar cada parte de ella en su memoria- no lo haré, no temas, no me iré de tu lado. Lo prometo. -escucho como contaba sobre ella y del deseo de su padre de ir a Japón sin embargo nunca pudo llegar a hacerlo- algún día te llevare, lo prometo, te llevare como mi mujer. -le hizo sentir sus labios, suaves, moviéndose sobre la boca de ella en una promesa profunda-

Escucho su relato de que trabajaba en dos sitios diferente y uno de esos era una tienda donde no le caía muy bien su jefa sin embargo la otra era de un buen amigo. Además de señalar su gusto por los cómics, la risa de Yuuto no se hizo esperar y negó con la cabeza.

- prefiero el manga pero, creo que congeniaremos en eso -mientras murmuraba con su ronca y pasible voz, solo hablando para ella en la cercanía, solo queriendo que ella le escuche, las manos de Sasaki seguían recorriendo el cuerpo de la pelirroja de arriba a abajo ausentemente, igual que lo hizo con su rostro hace segundos atrás,-  

Sasaki le permitió acariciar cada parte de su cuerpo y cerro los ojos ante la ola de placer que estaba sintiendo cuando sus labios bajaron por su torso hasta cierta parte. Ella le tocó el cuerpo tentativamente con los dedos haciendo que se estremezca en mas de una ocasión. Sin embargo fue el cuidadoso roce de sus sexos que provoco que se endureciera de nuevo reclamando de nueva cuenta volver a unirse. Movió los dedos sobre la cara de ella como si fuera un ciego y el recuerdo estuviera grabado en su alma en lugar de en su visión. Los abrió dejando ver sus ojos oscuros.

- compañero de piso sera entonces, no me importa tener que cargar con los gastos -sonrió- ¿solo tu cama? quiero compartir cada lugar de este departamento contigo.. a toda hora y en todo momento, para que no importa en que lugar estés, solo puedas verme a mi haciéndote el amor, haciendo que te corras conmigo. -Su voz era tranquila, pero había un indicio de alguna emoción innombrable que hacía estremecerse. Sasaki era increíblemente gentil con Leda, su tono siempre suave y bajo, su toque tierno. Pero había algo profundo dentro de él que resultaba terriblemente peligroso y muy oscuro. Haciéndola mala para ella- ¿pero estas segura de dejarme entrar en tu vida? -pregunto ahora mientras le tomaba del rostro, volvió a cambiar posiciones dejándolo debajo de él- podría ser alguien malo y estar aprovechándome de ti.. pero también podría ser más desquiciando aun y querer que me des un hijo, un hijo tuyo y mío Leda..   -le volvió a tocar el rostro de la forma gentil que solo podía ser con ella, y siguió el rostro de sus dedos con sus ojos por toda la superficie de su cara hasta hacer contacto con los ojos de la pelirroja- porque si estoy contigo, va a ser para siempre... no hay medios términos conmigo... yo me entrego totalmente y espero lo mismo

Quería llevarla como su mujer pues, el pensamiento de Sasaki siempre era el de no acostarse con una mujer por simple placer, no, tenía que sentir algo por ella, y ese algo ir evolucionando hasta convertirse en algo más. Y con Leda, eso paso todo en cuestión de minutos, no había podido dejarla sola si quisiera, no había podido dejar que se fuera de su lado después de todo aquello. Yuuto quería convertirse en su amante, en su amigo y en su hombre. Todo ello llevaba solo a una conclusión, marcar  a Leda como suya, marcarla como su mujer, hacer que no pueda vivir sin él, así como él no podría vivir más sin ella. Hacerla sentir la misma desesperación de buscar la unión de sus cuerpos y corazones, todos esos pensamientos turbulentos, mezclados con sentimientos ocurrían ahora en su cerebro.

- con tal de que estés siempre a mi lado, sera suficiente para mí -murmuro con la voz tranquila el agente mientras volvían a besarse mientras ella le ofrecía su amor- y yo te ofreceré el mió -Mantuvo la voz muy baja, el deseo en su tono era inequívoca. Rió con lo del Christian Grey- tal vez, pero soy mejor que él posiblemente.. te lo puedo garantizar -Mientras saboreaba el cuerpo de ella bajo el suyo, la manera en que sus sexos se rozaban el uno junto al otro-

El sendero que conducía de vuelta a las sensaciones de deseo con sus manos era tan sutil, casi demasiado sutil para poder controlarse, pues ansiaba el cuerpo de Leda, lo ansiaba como ningun otro y no podía hacer nada para poder evitarlo, sus labios en su cuello provocando que soltara uno que otro suspiro mientras que como su rodilla se movía, él soltaba gruñidos a la par pues le estaba provocando demasiado. Era asombroso como lo hacía con solo tenerla cerca. Ella era sin duda una mujer demasiado provocativa cuando quería serlo, pero no se comparaba con Sasaki, la volvería loca y no dejaría que jamás vuelva a recobrar la cordura, los ojos oscuros de él se fijaban en todo el cuerpo femenino como si fuera un animal cazando su presa, ella era suya. Un sentimiento posesivo nació en él.

Las palabras de él habían sonado muy duras, ella lo quería, no buscaba una aventura con él, no buscaba ser alguien más, quería amar  y ser amada. Había sentido el susurro de necesidad en su voz, el sutil "por favor" que había dicho al comienzo cuando había intentado forzar a pesar que él podría ser alguien malvado para ella. Había intentado forzar que buscara el peligro en él para que supiera que estaba con alguien que podría ser peligroso en algún futuro, Sasaki era peligroso, lo sería si alguien intentara arrebatarle a Leda de su lado.

Tomó otro profundo aliento cuando ella alzo sus caderas haciendo que sus sexos se tocasen más, ella le provocaba adrede y él gruñía en respuesta por eso, estaba utilizando su cuerpo como un arma contra él, y no tenía defensas contra eso... absolutamente ninguna.


- Sí Leda, eres mía.. y yo soy tuyo, -su rostro se acerco a su cuello, inhalando para llevar la fragancia de ella profundamente a sus pulmones, pero más que nada para después besar su cuello de la misma manera que ella lo había hecho antes con él- solo mía, y yo siempre me entrego por completo. -sintió su mano sobre su sexo y cerro los ojos mientras su respiración se agitaba, la mano de ella, tan fémina y cálida rodeaba ahora su duro miembro y comenzaba a excitarlo de esa manera- L-Leda.. -intento decir, sabía que le costaba unir sus palabras- m-me vengare... -le advirtió con los ojos llenos de lujuria y travesura en partes iguales cuando ella hundió su rostro entre los senos de ella, donde comenzó a jadear con más fuerza y a besar la zona sintiendo el placer que la mano femenina le daba. Tomo un pezón al cual comenzó a succionar y jugar con él, con su lengua y labios, las manos de él se mantenían apoyadas para no poner todo su peso sobre ella,-  

Sentía el deseo profundo de ella invadir cada poro, había logrado su objetivo, deseaba volverla loca de él, adicta de él, necesitada de él, así como él se estaba volviendo de ella, como él no podía dejar de mirar el cuerpo, los gestos, las caras que ponía al sentirlo cerca, al tenerlo sobre ella, al mirarla, al desear más que solo sus gestos y su cuerpo, deseando lo que todo mortal quería en la vida, sentirse complementando y amado por otra persona. Buscando su felicidad con esa otra persona y dichosa de sentirse único con ella.

Jadeo de placer cuando ella busco provocarlo más, sus palabras hacían mella en su autocontrol no deseaba tener que mostrarse desesperado, pero lo estaba, estaba desesperado por ella, por todo lo que ella representaba ahora para él. Suspiro con placer cuando cambiaron posiciones y ella encima suyo comenzó a moverse contra su sexo, sentía la humedad de ella rozar su miembro, sentía como lo mojaba y hacía que Sasaki gruñera de placer, alzando sus caderas para buscar la unión, y ella por fin lo hizo haciendo que él cerrase los ojos y apretara los labios para evitar correrse con solo sentir el calor del interior de ella.

- L-Leda... -gimió quedito cuando ella comenzo a moverse, le tomo la mano y la beso, y eso hizo que Sasaki no pudiera quitar los ojos de la mirada de ella, no deseaba otra cosa más que eso ahora, necesitaba del amor que ella le daba y profesaba en aquellos momentos- también te amo Leda.. también te amo... -susurro lo suficientemente alto en medio de jadeos cuando sus manos fueran a la cadera de ella y le ayudo con los movimientos, no pudo contestar a su pregunta y se limito a asentir con energía, los movimientos eran lentos y pausados, y por eso provocaban más placer, la forma en que sus sexos se unían rozándose en el interior de ella, sintiendo como sus jugos se mezclaban provocando que el placer se Sasaki aumentara- oh por todos los cielos Leda, tu lo que quieres es torturarme... -se lamento el asiático mientras levantaba las caderas para llegar de nuevo a lo más profundo de ella, buscando no solo una unión carnal, necesitaba de la unión sea completa con ella, quería todo de ella, sus sueños, su deseos, su amor, su miedo, su tristeza, lo quería todo, todo de ella-. necesito de tí Leda... necesito de tí... -jadeo de forma casi lastimera pues el placer se mezclaba con su amor, y su amor se mezclaba con el ser de Leda-

Sasaki se irguió buscando algo más, de repente impaciente por seguir con eso. Ya no le importaba cómo sucedería, sólo tenía un deseo feroz de devorar la boca de la pelirroja. Una sonrisa juguetona apareció en sus labios cuando llego hasta la altura de ella, mientras una mano se deslizó entre su cabello. Sin tirar. Sin guiar. Se limitó sostenerla mientras se inclinaba hasta que sus labios estaban a corta distancia de ella, cerró el espacio y apretó los labios contra los de Leda. Eran suaves y cálidos. Al principio era sólo una reunión de los labios, la respiración acariciándole las bocas mientras seguían con los movimientos. Las manos de Sasaki apretadas en su cintura mientras se perdía en las sensaciones que nunca pensó que Leda despertaría en él mientras volvía a hacer el amor.

Él inclinó su cabeza y tiró con cuidado de sus cabellos para impulsarla a hacer lo mismo. El ángulo le permitió un mejor ajuste, especialmente cuando su boca se abrió parcialmente y su lengua se deslizó hacia fuera, rozando la suya. Separó los labios y suspiró mientras la lengua masculina se deslizó junto a sus dientes para atraer a la de Leda a salir a jugar. Leda tenía sabor mas delicioso del mundo para él en esos instantes.

La noción del tiempo se pierde en esas circunstancias para Sasaki y más cuando Leda gemía por él. No sé cuánto rato permaneció ella moviéndose sobre él o como él recorría el cuerpo de ella con sus manos, boca y ojos. Leda y Sasaki continuaban acariciándose y también él empezó a desear que no pudiera haber otra cosa en la mente de ambos que solo ellos dos haciendo el amor. Los jadeos eran de ambos y Sasaki se encargo de llenar el cuerpo de Leda completo de marcas suyas, dejando esa piel nívea marcada por sus labios y su boca.

Hay momentos en que la magia no debe romperse, ni siquiera para imponer otra magia mejor. Era la primera vez que el agente sumía en un acto de esa naturaleza tan profunda. Ella sentía sus manos en su cuerpo y él no hacía otra cosa que jadear con fuerza con los movimientos que hacía cada vez más fuerte y rápidos. Al mismo tiempo, su mirada estaba atada a la suya, aun cuando su atención se centraba en ambos cuerpos que pedían misericordia para llegar al clímax entre ambos. ¡Era tan increíblemente hermosa! Una pieza iluminada por la luna más mística hecha carne.

Sus manos se anclaban a la espalda y cintura de Leda  mientras su cuerpo seguía retorciéndose. Gemía, incapaz de vocalizar la explosiva rampa de su orgasmo que se estaba acercando, él lo sentía cerca también. Su miembro la llenó a reventar, y aun así quería más, necesitaba más de ella. A cuatro embestidas más bajo su boca para saborear los pechos de ella para silenciar sus propios gritos mientras la torcía en un ángulo diferente y le daba en un punto que no sabía que tenía. El sudor cubría cada centímetro de su cuerpo, pero fallaba en calmarlo. Su cabello mojado estaba pegado en la frente, a los lados de su cara. La pesada respiración caía sobre el pecho de Leda, pero no importaba. No podía ver, solo podía sentir. Podría haberse venido, pero con toda la otra humedad en el interior de ella, ya no lo podía decir.

El placer era una tortura, pero su cuerpo no le permitió detenerse cuando ella se corrió. Con un grito, se corrió otra vez dentro de Leda. Todo su cuerpo se desplomó, tan tenso que sus músculos temblaban. Se derrumbo sobre el pecho de ella mientras la sostenía entre sus brazos para que se quedara sentada contra él, Sasaki jadeaba en un esfuerzo para que le entrara el aire en sus pulmones. Por preciosos momentos, era lo único que podía hacer, lo único que podía pensar era en los temblores que Leda provocaba en su cuerpo mientras su semilla se esparcía dentro de ella.

- Leda.. -su boca se arrastro por todo el pecho de ella hasta su cuello para respirar allí entre los cabellos de ella y su piel, sus fuertes brazos rodeaban el cuerpo fémino de la pelirroja y no la soltaba, todavía podía sentir los espasmos de placer al venirse dentro de ella-

Miro de lado la boca de ella, era una de esas bocas que dan ganas de ocupar con su propia boca, de llenar a la fuerza con su lengua mientras se sacian entre ambos, giro su rostro para alcanzar la boca de ella y volver a probar esos labios, sentía que nunca se cansaría de hacerlo.

- ¿que voy a hacer contigo? -se pregunto con una mano en la mejilla de ella y la otra en su espalda baja, la punta de su nariz acariciaba la mejilla izquierda de la mujer y sus labios rozaban su mandíbula en una pequeña caricia- me encanta sentirte así, me encanta estar dentro de ti y venirme contigo.. ¿te has vuelto acaso mi droga? -parecía que hablaba consigo mismo pero lo hacía en voz alta, examino las marcas de sus labios y dientes sobre el cuerpo de la joven, recorriendolos ahora con la vista, sonrió-  

Ella se había dado cuenta de lo que Yuuto miraba con interés, y se notaba que una pequeña sonrisa aparecía sobre sus labios al notar la vergüenza que le daría mostrar esas marcas en publico, le gustaba que Leda fuera de esa manera, la hacía ver tierna a sus ojos.

- preferiría que no te los cubrieras, pero tienes razón, hay que aparentar -Leda sonrió también, sus dientes muy bonitos, su sonrisa contagiosa. Yuuto no pudo evitar soltar una risa al oírla, llevando una mano a donde ella había parecido notar también una marca.- la llevare con orgullo y se la mostrare a todos -con una sonrisa sexy y tentadora elevo los labios para besar el cuello de ella otra vez. Al contrario de ella que tenía marcas por todas partes producto de la pasión que él sintió en el momento en que lo hacían, no había podido evitarlo aunque quisiera, le gustaba. La rodeo con sus brazos cuando ella apoyo su rostro en el pecho de él-

Sasaki volvió a recostarse en la cama con ella encima y le acarició la espalda y jugaba a veces con el cabello rojo de ella. Escucho atento a lo que preguntaba Leda sobre si había tenido muchas novias, e intento por todos los medios no soltar una risa por lo que decía. Pero al hablar ella de su novio también él sintió celos a pesar de que ella le aseguraba no haber pasado nada. La deposito a su lado en la cama y de espaldas a ella la abrazo pegándo su espalda al pecho de él, mientras enredaba las piernas de ambos, el rostro de Sasaki quedo a la altura del cuello de ella en donde aprovechaba para darle todos los besos que quisiera, apoyo sus labios sobre ella y soltando un "mmmmhhmm" como pensando en su respuesta.

- tuve.. pero más de mi época como estudiante de secundaria, no he tenido pareja estable desde que me uní a la policía -tampoco podía decirle que como agente secreto japones, le tenían negado tener familia o pareja, pues había todo un proceso que se tenía que pasar la otra parte antes de ser "aceptada" debido al trabajo que Sasaki llevaba, miro sus manos entrelazadas y sonrió apretándolas levemente, la acurruco mejor y cerro los ojos mientras sentía el calor de su cuerpo juntarse con el de Leda y llegar a un equilibrio entre los dos- eres buena para mí, me haces sentir.... normal -dijo con una sonrisa cerrando los ojos con su rostro pegado a la nuca de ella- me haces feliz Leda.. Te amo... -dejo sus manos entrelazadas mientras la otra rodeaba posesivamente la cintura de ella no dejando que se aparte de él- y yo.. no dejare que nadie te aparte de mi lado.. jamás..

El encogió sus hombros cuando le llamo travieso, guiñando un ojo hacia ella con una pequeña sonrisa pues era en parte verdad, sin embargo no quería tampoco causarle problemas a ella, por su parte, ella podía hacerle todas las marcas que quisiera, a él no le molestaba tampoco. Sonrió entre el beso que le había dado y las palabras de que anunciaban que deseaba tener más de esas marcas.

- hey mira tu.. también puedes ser traviesa cuando lo deseas -Entonces se quedó inmóvil con ella, asombrado por las inquietantes sensaciones que su beso podía despertar. Se apoyó contra Leda y su boca se volvió muy suave bajo el cuello de la pelirroja mientras seguía oyendo- y me asegurare de hacerlo porque este cuerpo y este corazón son míos.. -dijo Yuuto con voz suave mientras subía la mano que tenía libre entre los pechos de ella para posarse sobre el corazón de Leda-

Habría dificultades y peligros, hasta diferencias entre ella y Sasaki; pero todo era soportable, todo era posible, mientras mantuvieran el amor que se tenían. Comprendió que ella era la mujer que él siempre había deseado encontrar. Pero tenía miedo que ella pensara que no era lo que esperaba cuando supiera todo de él, que no era el héroe que había soñado y eso le aterraba, pero se encargaría de demostrar ser el hombre a quien ella pertenecía y que la poseería no sólo en cuerpo y alma, sino también en espíritu para toda la vida. Volvió a sonreir al escuchar el tono de voz celoso sobre sus relaciones del pasado.

- también me siento celoso de ti Leda no me gusta imaginarte a lado de otros hombres -dijo Sasaki con voz firme, enarcando una ceja.- y espero que nunca veas mi lado celoso, no soy tan "amable" con las personas que se ganan mi odio por atreverse a mirar a mi mujer.. -sonrió de lado, casi con una sonrisa lobuna recorriendo ahora el vientre de ella-

Una risa salio de su boca al escuchar las palabras que lo describían, bueno no creía ser todo eso pero tampoco iba a negarlo, le encantaba volverla loca, le encantaba tenerla solo para él. Yuuto la mantuvo cerca mientras la escuchaba, su cuerpo agradecido al cumplir sus demandas de nunca separarse de ella, necesitaba su calor y sus besos. Esta mujer era la que le pertenecía. La tenía ahora entre sus brazos y no la soltaría jamas. Nunca se había negado a sí mismo ni una sola cosa, pero Leda era diferente, era como si necesitase de ella para poder vivir. Nada, ni una cosa, había despertado su interés en años como lo hacía la pelirroja, más incluso. Ahora cada momento de su vida estaría ocupado con pensamientos sobre ella. Tormento. Pura y simplemente ella era tormento. Leda era suya y nadie la apartaría de él. Ni ahora, ni nunca. Sus ultimas palabras le hicieron ver ese punto.

- nunca... -confirmo sintiendo como la respiración de ella se volvía regular y desde su posición la pego más a su cuerpo, casi recostándolo sobre él, rodeando con ambos brazos cerro los ojos mientras respiraba el aroma de Leda, un aroma que a partir de ahora necesitaría para poder dormir en paz, y cerro sus ojos cayendo a los brazos de morfeo-