Inhuman [Libre]

Dos de las nuevas chicas de la ultima purga habían huido, la verdad es que no me importaba, esta ciudad era mía y tarde o temprano alguien las iba a matar o no se, el desierto también cobraba las vidas, así que lo único que las chicas podrían encontrar ahí era muerte alias mi aliada.

Mire hacía la ciudad desde el alto de la oficina del Angel Dust, las manos de una mujer me empezaban a seducir - te falta mucho para lograrlo... - si algo que no todos sabían era que no era fanático del sexo, a menos que las torturara y estuvieran agonizando, no tenía las ganas, pero esta niña se estaba pasando -basta... - esta seguía no se si quería lograr algo pero conmigo por supuesto que no lo haría, no era la típica rubia a las que quería matar, pero era castaña me voltee -dije que basta... pero sin embargo te daré lo que quieres- con una mano la tome del cuello y la puse contra el muro, esta empezó a besarme el cuello y yo solo tome la daga que siempre portaba, se la enterré justo en el diafragma, su sangre empezó a salir y yo me separé de ella, mientras lamia la sangre de aquella daga.

Sí algo quería hacer esa chica por supuesto era morir yo las mataba y no la iba a coger en su agonía, no a ella no me gustaba, lo mio eran las rubias, aunque Katherine era una morena que ... tenía lo suyo, pero con el hecho de cazarse por conveniencia conmigo paso de ella. Solo pasaba que viniera ella o alguien mas. Metí en un baúl a la chica ahí las metía a todas. -buenas noches preciosa... - Me fui a lavar las manos al baño mientras alguien tocaba la puerta, lo bueno de la oficina es que todo era negro y gótico nadie se daría cuenta seguramente de lo que había hecho.

Jamas me habia quejado de nada, incluso de mi matrimonio por conveniencia, ni si quiera por el hecho de que con quien duermo es uno de mis guarda espaldas, pero algo que me molestaba era su pendeja e idiota forma de ser, para mi a pesar de su edad, era un crio ese hombre.


Como todos los dias mi trabajo en en Angel Dust era hacer todo lo que mi esposito no hacia, osea todo, recibir drogas, recibir chicas, cerrar tratos, empezar negociaciones con otros narcos o incluso con Anna, la chica que me vendia la mayoria de las chicas, ese era mi dia a dia y lo amaba como a nada en el mundo, incluso lo amaba mas que al chico rubio y guapo con el que dormia muy a menudo. Claro, este era el trabajo de mi esposo, pero el normalmente estaba drogado, bebido o simple y sencillamente no queria dejarlo hacer el trabajo que por gusto hacia yo, y que la verdad era incapaz de hacer.

El dia siempre era un caos, en este lugar, era raro que no hubiera caos, pero al parecer hoy era un dia tranquilo y no tan agitado como los otros, parecia unp oco mas tranquilo, aunque varias chicas acababan de llegar, al parecer iban bien, no se resistian tanto al cambio como las otras. Ya era tarde, a esta hora del dia yo abdicaba y preferia ir a casa a descanzar y olvidarme de todo este estres, ya estaba harta por hoy. Antes de salir solia avisarle a Axl que iba de salida, que aunque no me gustara la idea lo veria en casa, esta tarde no era la excepcion. Entre con toda mi prescencia, tatuajes, el vestido negro bien pegado a mi figura sin mangas y de saten, los tacones negros de 12 cm, las medias de red negras, el pelo suelto como siempre y sobre todo cn mis ganas de cachetearlo.

Entre y no estaba en su escritorio, lo cual era raro, por que si no estaba en escritorio drogandose o "revisando" lo que yo ya habia hecho, estaba ¿en el bar? no tenia muchos lugares a donde ir, asi que cerre la puerta de golpe y me parecio extraño tanto silencio, frunci el seño mirando por todos lados, el hombre estaba loco y lo sabia, asi que busque, no habia visto a la chia que habia traido un par de noches atras, asi que algo aqui no me daba un buen augurio, mire por todos lados

─¿Axl? -no grite, solo alce la voz, algo aqui no me cuadraba, tanto silencio... no era normal, segui mirando por todos lados, un rastro, algo, revise y vi un par de gotitas rojas, antes de entrar en histeria espere su respuesta ¿Que carajos habia hecho esta vez?

Coño la voz de Katherine ... esa brujilda de nuevo, al parecer en su vida pasada fue policía, siempre me caía con las manos en la masa pero esta vez no me iba a descubrir, con mi daga corte un poco mi muñeca sin cortarme las venas, un poco de ardor pero hasta ahí ... salí del baño tapando la herida con la mano "sana" - pudiste haber tocado antes la puerta- hice un gesto de dolor y ala vez me había acordado que si la había tocado ... -disculpa no te oí, si vienes a interrogarme si estoy drogado o algo no lo estoy ... - información no solicitada pero siempre era lo mismo, le gustaba joderme y criticarme, que si era un maldito drogadicto, etc,etc.  

Ahora que lo menciono no me vendría nada mal una linea... mientras alguna rubia me hiciera una felación eso si era excitante para después matarla pero ya había hecho un femicidio así que solo lamí mi herida.  También bebía la sangre tibia de aquellas mujeres y muchos por eso me llamaban satánico. Pero otros me decían loco, no entiendo ¿por qué? según yo, ya había sanado de mi "enfermedad mental" por eso me deje de tomar esas asquerosas pastillas. Pero ahora solo me drogaba para salir de la realidad que vivía realidad llamada Katherine... maldita rusa, ni si quiera se tomaba la molestia de provocarme. Ah pero era mi esposa.

Si me pusiera en su lugar y viera que mi esposo era un "asexual" de primera, lo que haría fuera conocer el porque y si le gusta follar ¿cómo? pero era lamentable tener ese cromo de mujer ante mis ojos y no sentir su calidez.

Era una perra des-almada, pero era un ser humano... aunque no me guste la idea.

Lo segui esperando y esperando que por favor no hiciera nada estupido, como ya era su costumbre, tal vez si hoy tardaba mas de lo normal aqui, me podria ir un par de horas a casa de Vlad, el tipo era un par de años mas joven que yo pero era una maquina en la cama, era todo un machote y yo lo disfrutaba por que con Axl, habia abdicado despues de los 2 primeros meses que le busque la cara, la boca, lo busque, queria saber si de verdad habia sido una perdida de tiempo haberme casado con el, pero me di cuenta que el hombre ni si quiera lo queria intentar y por eso ahora dormiamos en cuartos separados.

Al salir lo mire enarcando la ceja, para que mentir, si la verdad es que me preocupe, enarque la ceja y le mire la mano algo indiferente, ni el ni yo ibamos a seder, ni a el parecia preocuparle y yo tenia que fingir que no me preocupaba igual que el, pero bueno, por lo menos yo era un ser humano que apesar de que disfrutaba matar gente, era un ser humano. Vi la sangre y senti como la mia hervia, la hematofilia estaba tomando vida, no dije nada, solo lo mire y mire la sangre, señale casi sin mirar ni mostrar expresion o preocupacion, nada.

─ ¿Que diablos te paso en la mano Axl?

Me lamia la muñeca antes de que ella se diera cuenta, pero damn era tan perceptiva, todo lo sabía, le mire como si no me importará la verdad es que no ,no me gustaba mucho que ella se metiera en donde no le importaba, pero al parecer yo le importaba vivo no podría quitarme de mi dinero si estuviese muerto así que ante esta idea solo mencione - rescatando mi imperio de ti - ella no lo sabía pero yo si, si yo moría todo lo mio quedaba en donación de una casa hogar.

Deje caer unas gotas mas de sangre a la alfombra, me ardía un poco pero pronto se secaría la sangre -ahora si no te importa, déjame trabajar, tengo mucho por hacer- tome un candado y se lo puse al baúl, esa chica ya se estaba enfriando seguramente, tome el altavoz del teléfono y le pedí al jefe de seguridad que se deshicieran del baúl porque tenía termitas y polilla, estos subieron en cuestión de minutos a la oficina llevándose el baúl. - Si es posible llévenlo al tiradero municipal- Katherine no era tonta, seguramente sabía o sospechaba que pasaba en esos instantes.

Saque un botiquín de primeros auxilios para sanar mi herida de la muñeca, antes de que pasará otra situación mas grabe, lo bueno que no fue en la vena, fingí quejarme del dolor por unos momentos.

Era bonita pero no idiota y era dificil engañarme.

Rode los ojos al oirle, con lo de su imperio ¿suyo? por favor, a este punto si ese lugar estaba en pie era por mi, por que yo me habia dado a la tarea de mantenerlo vivo, habia metido negocios con varios narcos, habia metido algo semmi legal y vamos en total muchas de las mejoras de este barullo de mala muerte las habia traido yo, si por el fuera, este lugar ya se hubiera ido a la mierda.

─ Awww pobrecito, mejor cuidalo de ti, que si pudieras te gastas todo en drogas y putas ¿no? -sonrei maliciosa─ ahahah ¿que trabajo Axl? todos los papeleos estan hechos y firmados, pero si tu trabajo es gastar el dinero, vas muy bien cielito no te preocupes -le guiñe el ojo cinica y descaradamente mientras mi chico estaba afuera, en la puerta esperandome.

Oi cuando dio la orden y mire el baul, le puse atencion ese baul estaba en buen estado, no tenia ni polilla ni termitas se veia demasiado bien, y si las tenia en todo caso ¿Por que le ponia el candado? enarcque la ceja sin creerle ni una puta palabra de lo que dijo, pero no dijo nada, antes de que entraran sus hombres lo mire de arriba para abajo y me dirigi a la puerta donde antes de salir di media vuelta mirandolo con una sonrisa psicopata.

─ Oh si, antes de que se me olvide, no me esperes despierto, llego tarde a casa... cariño -le guiñe el ojo y le mande un beso mas falso que un billete de 21 dolares.

Sali y ahi estaba Vlad, el chico era rubio y alto, muy guapo, antes de que terminaran de entrar su gorilas les di la orden, que dejaran el baul en el basurero del Club, pero que no se fueran, que me esperaran ahi. Apenas bajaron y siguieron mis ordenes, Vlad estaba conmigo y con un fierro que encontramos y un poco de su fuerza logramos abrir el candado que quite antes de que el lo hiciera, me esperaba todo, de verdad me esperaba todo, y lo que me esperaba, en el baul habia una chica, de las que acababan de llegar, trague saliva y me lleve la mano al pecho un tanto impresionada y senti ira, todo lo que habia logrado este imbecil podia tirarlo en menos de 15 minutos. Me tense, mis dedos se tensaron, toda yo me tense, mire a sus gorilas y les dije que se deshicieran del baul y del cuerpo, yo mire a Vlad y le hic ela seña para seguirme y asi lo hice.

Camine de vuelta hacia su oficina en mis tacones de 12 cm que hacían eco por donde pasaban, todos notaron mi ira y todos se veian atemorizados, sabian que habia problemas, abri la puerta de golpe y la cerre con el mismo golpe dejando a Vlad afuera esto era entre mi "marido" y yo

─¿ERES IMBECIL O LAS PUTAS DROGAS YA TE QUEMARON EL PUTO CEREBRO? -alce la voz, mas no grite, era como un grito mas personal, enarque la ceja mirandolo furica... ¿por que le gustaba complicarme todo?