Mascaras de payaso(libre)(+18)

Era uno de esos días donde me tocaba patrullar las calles a pie, no era que algo que necesitara hacer, solo que desde que me entere que en ese país el día de purga era más un evento social para masacrar familias que mi instinto humano me pidió que salve a cuanto pueda, no estaba de acuerdo con esas dictaminadores que se creían con el derecho de arrebatar la vida a otra persona. Tampoco me gustaba que los asesinara de una forma tan... teatral, usando mascaras. Queriendo ocultar sus identidades. Solo era un montón de miedosos a que vean sus rostros y al día siguiente alguien vaya tras ellos.

Aun estoy rastreando a los responsables de las atrocidades, no me importa mucho la purga, pero la justicia para mi es inflexible, siguiendo su dinero puedo tal vez encontrar a quienes trabajan como purgadores. Pero la verdad es que sus recursos son asombrosos. Y el laberinto social lo hicieron para ocultar su rastro.. sin duda ellos están allí afuera esperando que sea la hora correcta para salir... pero saldrán heridos, más de uno lo hará cuando se encuentre con un Sasaki enojado. Y me asegurare de que sigan heridos hasta que los encuentre a todos..

En eso escucho el sonido de voces inconfundibles nombrando la purga, adelanto mis pasos y voy corriendo, solo alcanzo a ver la espalda de un grupo de chicos alejándose. Me encamino hacia ellos cuando noto que otra persona se encuentra en las escaleras cercana a la entrada de la universidad. Voy hacia ella primero descubriendo que se encuentra totalmente manchada de pies a cabeza.

- ¿te encuentras bien? -aunque no lo parezca aun tengo ese acento japones cuando hablo en otro idioma, es difícil acostumbrarse al ingles en esos días y más aun con mi aspecto de no ser de por ahí. Busco entre sus ropas un pañuelo y se lo ofreció para que se limpie el rostro- tienes un poco de... bueno déjame a mí -dijo comenzando y apuntando con su dedo una parte de la cara, él mismo decidió limpiarle el rostro, la parte de la mejilla, por debajo y encima de los ojos, y luego el resto. Se alejo un poco para mirarla y sonrió- un poco mejor -claro en lo que cabía de decir, el resto de sus ropas seguían manchadas, pero al menos su rostro estaba libre- soy el Agente Sasaki Yuuto de la policía -se presento un mostró la placa que le colgaba del cuello para que la viera-

Asentí con una sonrisa mientras terminaba de limpiarle un poco más unas cuantas manchas más en el rostro. Se sentía como un hermano mayor en esos momentos. Escuche que intentaba tomarlo todo con una buena sonrisa y humor, pero sabía que el fondo no era asi. Esta bien, entendía todo el asunto de las bromas estudiantiles pero no entendía que era lo que la gente le impulsaba a querer seguir con el tema de la purga como si fuera algo bueno. Nada bueno podía salir de una noche como esa, suspiro un poco mientras se rascaba la cabeza, era claro que ella no podría regresar a casa en ese estado o donde fuera que se tuviera que ir ahora, y en esos mismos instantes ella le pregunto sobre si podía hacerle el favor.

- por supuesto, si caminamos unos bloques más llegaremos a mi auto, llegue caminando hasta aquí -le comente con tranquilidad mientras tomaba la mascara que ella le había mostrado diciendo que era un souvenir, arrugo el ceño de alguna forma estos chicos eran el futuro de su país y eran de los que pensaban que la purga era algo bueno.- ven, es mejor que nos vayamos de aquí. -dijo tirando la mascara fuera del alcance de ellos, ella no necesitaba algo como eso, nadie lo necesitaba y era mejor que lo olvidara.- no eres la única que odia la purga -decidió comentarle mientras iban de camino hacia mi auto, busque entre mis bolsillos las llaves del mismo y me puse a jugar con ellas mientras caminabamos, la gente miraba de forma rara en como ella estaba toda pintada de rojo y yo iba a su lado. La detuve y me quite la chamarra- quizas con esto no atraigas tanto la atención -dijo colocandole la chamarra sobre sus hombros para ocultar algo más del rojo de su aspecto- como decía... cuando llegue a este pais, no me imaginaba que existiera este tipo de cosas, ¿en que nos convertiremos luego si aprobamos algo como esto? -pregunto de forma calmada y filosofando sobre el tema- solo en animales que matan por placer

Desde mi punto de vista al escuchar su comentario de la cantidad de personas que había matado, la risa rodó suave para Sasaki antes de llegar al auto. Pero de nuevo solo quedo callado escuchando sus pensamientos propios sobre la purga, además de la consideración de que al asesinar, las muertes iban aumentando del deseo de sangre de las personas hasta el punto de perderse. Entendió que desde donde ella parecía querer explicar su reacción, estaba involucrado también las creencias de sus padres.

- cuanto lo siento, por la muerte de tu padre -le hablo el agente sentado en el otro asiento antes de arrancar el auto, cuando las palabras de ella le llamaron la atención.- Sasaki... Yuuto -le dijo con media sonrisa- y no me malentiendas, no hablo de que los animales matan por placer, digo que nosotros somos los animales que lo hacen, a fin de cuentas somos considerados dentro de la clase de los mamíferos -sonrió antes de comenzar a conducir por las calles a ningún lugar especial- mucho gusto Leda -dijo con la vista en el camino- es bueno saber que la juventud no esta tan perdida después de todo -rió mientras doblaba en una esquina- entonces.. ¿a donde la llevo señorita? -pregunto como si se tratase de su chofer personal-

Había oído historias de diferentes personas que habían perdido a mas de un familiar durante la purga, generalmente se hacían ecos de que esa noche era solo para ir a quitarse las ganas de matar a alguien de encima. Claro, no todos estaban en la lista solo aquellos que no podían pagar la seguridad necesaria para estar protegidos. Y era por eso que policías como él salían a las calles para impedir que otras personas inescrupulosas intenten lastimar a los inocentes.

- debe de ser difícil ser quien eres entonces -murmuro cuando le hablo de que ella no mataría si supiera quien asesino a sus padres, era una de las pocas personas que lo haría de seguro. Pues a veces la venganza es más fuerte que el perdón. Quería decirle que todo lo que sucedía durante el horario de la purga rebasaba a ellos, no podrían accionar judicialmente mientras el delito se haya cometido dentro del horario establecido.- y te admiro, hay una historia de mi país, la leyenda de que un espíritu maligno nacido del resentimiento, del odio y el rencor que vive en la espada de los guerreros, los adultos solían asustar diciendo él como el espíritu crecía tomando sangre y terminaba convirtiendo al portador en alguien maligno también. Por supuesto cuando crecí me di cuenta que la historia quería enseñar a no perder la calma por el odio. -le contó y ella era exactamente un claro ejemplo de esa moraleja y le sonrió de lado mientras la miraba de soslayo sin dejar de ver el camino mientras seguía conduciendo-

Le dio las indicaciones sobre donde quedaba su hogar, y tomo la calle más rápida para llegar, esperaba que el trafico fuera leve a esa hora. Una de las cosas que aprendió de Nueva York es que, siempre hay trafico en la calles. Conducimos en silencio la mayor parte del camino, cuando llego a las inmediaciones estaciono el auto en la acera. A la par que ella salía, el también lo hizo mirando para el grupo de personas que se encontraban en ese lugar. Escondió su placa y cerro las puertas del auto. Ella comenzó a gritar al grupo que estaba un poco más alejados de nosotros, rápidamente rodee el auto y la sostuve mientras le tapaba la boca.

- serenidad princesa de rojo -le recomendo en voz baja mientras todos los enmascarados giraban para verlos a ambos.- creo que es mejor tomar el camino largo ahora, no queremos que sepan donde vives de manera directa -como la tenía sostenida del brazo la llevo con él mientras comenzaba a caminar a un paso medianamente rápido, podía ver por el rabillo de su ojo como algunos parecían hablar entre sí antes de comenzar a seguirlos a ambos. Si ellos supieran que era policía tal vez lo hubieran pensado mejor, pero ahora los tenía enganchados en una carnada demasiado tentadora por lo tanto podía arrestarlos por agresión a un oficial de policía- al menos vamos a poder detener a algunos si quieren hacer algo indebido -le susurre mientras giraba en la esquina y corría un poco mas rápido todavía tomando de su muñeca para que le siguiera. Se giro en un callejón oscuro y se detuvo para mirar a la chica- quiero que sigas y te escondas hasta que vaya por ti.. ve -le ordeno mientras le soltaba y esperaba a que ellos llegaran-

Una vez que ella se oculto Sasaki se preparo para lo que venía de nuevo, tres sujetos con mascaras se acercaban ahora lentamente por el callejón. Si genial, porque no se apuraron. Se quejo mentalmente Yuuto antes de verse rodeado por los tres, se quedo quieto mirando para uno y luego para el otro. Suspiro levemente cuando ni dijeron nada y el de su izquierda lanzo el primero golpe, cerro los ojos y endureció la quijada cuando cayo al suelo, el de su derecha lo pateo en el rostro haciendo que sangrara por su labio.

- solo uno más -dijo levantandose a tientas sosteniendose del tipo que estaba frente a mí los demás rieron- si, si gracioso... -susurre en tono bajo antes de que la patada llegara a la boca del estomago y volvera a caer al suelo tosiendo- y con esa... fueron tres...

Se levanto de un movimiento y golpeo al sujeto del frente con un golpe que lo mando de espaldas al suelo. Lejos de detenerse, tomo con una patada alta al cara de quien estaba a su izquierda y lo mando directo hacia los basureros donde quedo. El tercero ataco de nuevo con otro golpe, Sasaki lo bloqueó y él le aferró del hombro. Yuuto levantó una mano para asirlo por la muñeca y, con la otra, lo agarró del tríceps y empujó su espalda a través de la parte delantera de su cuerpo para que no pudiera encajarle un puñetazo.

Luego lo aferró por el cinturón, sujetó su tobillo entre los suyos y lo tiró de espaldas. Se llevó un buen golpe. Mientras Sasaski lo oía quedarse sin respiración, le puso una pierna en forma de tijera sobre el cuello y tiró de su muñeca hacia la de él en lo que en sus entrenamientos se llamaba un bloqueo de brazo. Él intentó levantarse, pero se encontró directamente con la pistola de él.

- Adelante -susurro quitando el seguro. El de la mascara dejó caer la cabeza sobre el mugriento piso del callejón, y ahí se acabó todo.-

Unas minutos más tarde llame por radio a una patrullera para que se llevaran a los sujetos, les quite las mascaras a todos, apenas eran unos niños. Lance las mascaras a unos de los tachos de basura y les indique a la policía para que los pusiera bajo custodia hasta que llegara al departamento donde yo mismo haría la denuncia, una vez que se fueron se giro hacia Leda.

- son tres menos que seguramente por sus caras pasaran un tiempo en la correccional, se veían bastante jóvenes como para imaginar siquiera que tengan una mayoría de edad -le hablo limpiándose la comisura de la boca con la mano para quitarse la sangre-

Sintió el abrazo efusivo de la chica de repente y sonrió sin pensarlo, bueno al menos le había alegrado un poco el día porque parecía algo feliz al respecto. Ya cuando se fueron todos miro como buscaba entre sus cosas algo de papel y le limpio igual que él lo hizo anteriormente con su pañuelo, bueno, él usaría el suyo pero estaba algo manchado de pintura roja lo cual solo serviría para mancharle aun mas? Rió mentalmente por ese pensamiento mientras se dejaba tocar por ella cerrando de vez en cuando los ojos por el dolor.

- si bueno, es lo que aprendes en años y años de entrenamiento intensivo -le explico sobre sus habilidades comparándolas con las de ella- y se que si quisieras defenderte de ellos lo habrías podido hacer tu sola, solo quería lucir guay -rió un poco- y no, no es kung-fu ni lo otro, es solo el antiguo arte pasando de generación en generación de patear traseros -hizo un saludo marcial frente a ella como si fuera algún monje xiaoling-

Sasaki pensó realmente en su proposición de ir a su casa, la verdad es que quería asegurarse de que los otros todavía no seguían cerca, y de todas formas la iba a acompañar hasta su puerta para que llegara bien y sin problemas, sentía que esa chica había pasado por un montón de cosas ya, y era hora de que otra persona le muestre algo de calor humano para que sepa que no todos eran partidarios de la misma fea sociedad en la que vivían actualmente.

- el te y una bolsa de hielo para la cara estarían bien -dijo con gesto lánguido pues le dolía un poco la comisura de la boca al hacer un esfuerzo y dedicó una sonrisa a la chica- y lo de princesa de rojo bueno, fue el elemental suspiro de la inspiración del momento -le explico- además tuve un poco de ayuda -refiriendome a que seguía empapada de rojo debajo de su chaqueta y en parte de sus cabellos.- tu necesitas una ducha antes de que toda esa pintura se te seque, aunque no estas nada mal de peliroja también.. podrías adoptar el nick de princesa de rojo y hacer temer a tus perseguidores.. ya sabes, llevar un cuchillo a todas partes y mostrarles una sonrisa demencial, asusta a cualquiera -le dijo entre risas y luego se quejo por reírse tomándose del rostro- ok, ya no dejes que me ría hasta que tenga el hielo... -le dijo con una mueca en la cara-

La siguió en silencio pues le dolía ahora hablar, no había pensado que esos golpes tan pobres le pasarían factura, tal vez fue porque no endureció la cara lo suficiente para que le doliera más a ellos que a él, había improvisado la escena. Y aunque ella hablara de que su nivel estuviera diferente al de ella, nada que un poco de entrenamiento matutino no fuera suficiente para disciplinar el cuerpo. Tal vez se lo recomendaría al final del día, un poco de taichi seria suficiente dando la estatura y complexión de ella. Sería perfecto.

- linda -dijo mirando y llegando a su hogar, al entrar espero escuchar a alguien más pero parecía que vivía sola en esa casa. Sabía que su padre había muerto pero no sabía si tenía más familia. Lo obligo a sentarse en el sofá y cuando desapareció de su vista, volvió con lo que suponía hielo envuelto en un pañuelo se lo coloco en la cara para que aliviara un poco el dolor de los golpes.- gracias, si esta bien, tomate tu tiempo creo que no me moveré por un largo rato -logro pronunciar mientras ahora se recostaba por completo en el fosa y a ella la veía desaparecer de nuevo para limpiarse las ropas-

Luego de unos minutos en lo que Sasaki cerro los ojos con la bolsa de hielo presionada aun lado de su cara, escucho los pasos de ella bajar de nuevo y abrió solo un ojo para verla, ya mas presentable que como la conoció, sonrió levemente pero el esfuerzo de la sonrisa le hizo doler el labio, se saco el hielo de encima y volvió a sentarse correctamente en el sofá colocando ahora el hielo a la altura de su cien izquierda y a lado de su ojo.

- hey! si bueno al menos puedes decir que la pintura combinaba contigo -dijo divertido al hablar que era roja natural, con toda la pintura encima había sido difícil adivinarlo, ella se sentó a su lado diciendo que su herida estaba empeorando y que necesitaba desinfectarla.- esta bien -dijo tranquilo quitándose el hielo de la cara, sentía que le estaba endureciendo el rostro ese hielo-

Se dejo curar en lo que escucha la historia de que su padre salía los días de purga a curar a los heridos, y que ella también lo hacía. Como dijo una vez, le admiraba por arriesgarse así, si alguno de los otros chicos la encontraran por la calle sería peligroso para ella. Así que le tendría que enseñar como defenderse. El que le dijera también que tendría que cuidarse de besar a alguien también le hizo reír pero ahora más libre pues parecía que el dolor se había ido en parte gracias a sus cuidados.

- también puedo ser un buen samaritano, ya sabes el lema de la policía, para proteger y servir -le dijo en un susurro cuando ella se ofreció ser la camarera para servirle lo que quisiera.- si tienes razón ambos tuvimos suficiente rojo por el día de hoy, ¿que te parece un poco de té de manzanilla si tienes? -se levanto de su lugar y fue para con ella dejando el resto de hielo que se comenzó a derretir en el lavado para que no moje todo el lugar- para responder a tu pregunta... la purga se acerca, y sera la primera en la que estaré. Hasta ahora solo he escuchado historias. He sido transferido de Japón solo hace unos meses y realmente no se como se vive ese día, -se acerco a ella y también le acarició la mejilla- preferiría que te quedaras en casa y evitar ese momento hasta que termine

Estaba seguro que vería cosas horribles, pero estaba más preocupado por ver a personas que consideraba buenas transformarse en otras al intentar defenderse de personas malas. Era lo que sucedía en esa cuidad, si no te defendías, no podrías sobrevivir a la purga. Suspiro un poco, ella debía de tener experiencias traumaticas con ello y él iba y lo mencionaba de nuevo, quiso disculparse pensando que debían de hablar de otro tema. Pero cuando ella sonrió con las mejillas encendidas a su contacto, él no pudo evitar sonreir de vuelta. A pesar de todo seguía manteniendo una linda sonrisa.

Ella también mostró su preocupación por él, lastimosamente entre los dos, el que si contaba con un entrenamiento de supervivencia y estaba acostumbrado a poder jalar del gatillo sin dudar era él. No esperaba que su primera purga fuera fácil, pero tampoco podría quedar de brazos cruzados viendo como las personas se mataban entre sí. Cometiendo actos delictivos sin pensar en nada más que en su propio beneficio, sabía que lo que ocurría durante la purga no servía de nada para que él pudiera hacer algo, entonces tendría que detener por sus propios medios a las personas, y si eso incluía a la violencia pues sería así. No sabias cuando iba a llegar el momento en que vas a tener que decidir la valía de una vida, pero sabes que llegara ese momento tarde o temprano. Y alguien saldrá lastimado..

Sin embargo no se esperaba el beso de ella, sus finos labios hicieron que los de él respondieran timidamente a su beso, pero cuando se aparto, la verguenza invadio el tono de voz de ella y se giro volviendo a sus cosas, tal vez un poco nerviosa por lo que acabo de hacer. Sasaki solo permanecio en el lugar con los labios semi abiertos aun, no creyendo lo que realmente paso. La observo hacer de espaldas y fue acercando lentamente detrás de ella.

- creí que me habías recomendado no besar a nadie hasta que sane -jugó con sus palabras unos momentos, detrás de ella, con su presencia. La hizo girar lentamente hasta que estuvieron de nuevo cara a cara- supongo que el dolor ya se fue -pues no se había quejado para nada, por suerte-

Deslizando sus ojos negros hacia los labios de ella mientras levanto su rostro. Sasaki le colocó las manos en las mejillas y la obligó a mirarlo otra vez. Estaba a escasos centímetros de sus labios y fue bajando lentamente la cabeza. Su recia boca se apretó contra la suavidad de la de Leda, obligándola a separar los labios, llenándola con su aliento que fue más un gemido de placer. Su lengua, que exploró y acarició el interior de su boca, jugueteando con su propia lengua, haciendo que sus sentidos zozobraran entre ambos antes de separarse de nuevo.

- y entre los dos -decidió continuar la conversación previa que habían tenido.- yo soy el que tiene más entrenamiento para este tipo de cosas, aunque no me jactaría mucho de mis habilidades -viendo como se había dejado golpear por niños en el callejón. Sonrió de nuevo antes de volver a besarla y traerla hacia su cuerpo-

Un estremecimiento atravesó a Sasaki al sentir el contacto de los labios de Leda al segundo beso y de como su mano ahora se colocaba contra su nuca atraiéndola a ella. Bajo la mirada hacia la mujer y la miró a los ojos, incapaz de apartar la mirada, consciente de que el aliento se le aceleraba en la garganta entre los besos que se estaban dando. Podía sentir el calor de su cuerpo. Recordaba el tacto de su mano bajo la mejilla, el calor y el consuelo de sus brazos rodeandole cuando termino por acabar con los enmascarados del callejón . Pero el calor que sentía en ese instante tenía poco que ver con el consuelo.

Sabía que él quería besarla en el momento en que ella le había acariciado la mejilla por primera vez.  Era experto en dar un paso atrás o en volver la mejilla, haciendo un comentario trivial que cambiaba el sentido de la situación. Pero no hizo ninguna de aquellas cosas en esos momentos, solo se dejo llevar por el calor del cuerpo de ella y por los besos que se habían dado. Se quedó parado sintiendo como se abrazaba a él, mirando su cuerpo ahora entre sus brazos, sintiendo que su sangre corría con repentino ardor por sus venas cuando sentía el cuerpo de ella pegado al suyo. Quería besarla, deseaba sentir sus labios con una excitación que burbujeaba en sus nervios.

- me encargare personalmente de entrenarte para que estés más que preparada -susurro referente a que le ayudaría, la respiración se hacía mas lenta después cuando ella comenzó a hablar de que era lo que hacía, y de como él la hacía sentir. Se estaba abriendo a él. Y después de anunciar que le volvería a besar, él no tuvo mas que dejarse llevar de nuevo por el beso-

Las manos de él se posaron sobre sus brazos, envolviendo al principio ligeramente las muñecas, deslizándose luego lentamente por sus brazos. Se estremeció de nuevo al sentir el contacto de sus lenguas en sus bocas, las manos de él levemente ásperas, deslizándose sobre su piel suave. Las manos de Sasaki alcanzaron sus hombros y se crisparon, atraiéndola mas hacia sí mientras se inclinaba hacia ella. La sujeto y la alzo en brazos para sentarla sobre la encimera de la cocina ubicandose entre sus piernas al sentir como ahora su boca recorría su cuello logrando que Sasaski soltara un suspiro de placer.

- Leda... -susurro su nombre mientras la boca se posó sobre la suya de nuevo buscándola, lenta y suavemente, tozando sus labios con creciente urgencia. El corazón de Sasaki palpitaba con fuerza en su pecho. Nunca había deseado apretarse contra una mujer, aferrándose a ella bajo el asalto del placer. Que recibía- ¿que me estas haciendo, Leda? -pregunte en voz baja mientras volvía a su boca con más impetud ahora-

Sus brazos la envolvieron, apretándola contra su cuerpo duro como una roca. La hizo sintir la fortaleza de sus músculos a través de sus ropas. Sus cuerpos permanecían pegados. Un relámpago le traspasó desde el pecho hasta los dedos de los pies cuando sintió como los senos y el cuerpo de ella se pegaban a él. Se estremeció todo y de nuevo la observó apartandose. Instintivamente Sasaki la agarró del cálido y rojo cabello entre sus dedos. Se le adhería a los dedos, vivo como la corriente de calor que corría a través de su cuerpo para levantar su rostro, dejaba que sus dedos recorrieran el pelo humedo de la recien salida del baño, delineo con su boca el labio inferior de ella.

- la cama Leda... te necesito... -inquirió y murmuro mientras ahora se concentró en la suave caricia de sus labios ahora recorriendo su mejilla izquierda, la derecha, su frente, su barbilla, su cuello, una mano rodeaba el contorno de sus senos, su pecho izquierdo.. buscando repartir sensaciones por toda ella-

Se aparto solo lo suficiente para torturar a Sasaki con sus caricias por debajo de su camisa, lo tomo de la mano y lo guío hacia lo que parecía ser su habitación, él solo podía observarla a ella, la manera en que le estaba diciendo esas cosas y que parecía dudar al acariciarlo.

- esta bien Leda, -gruño cuando su mano fue a su pecho guiado por las manos de ella.- tócame todo lo que quieras... soy tuyo... -susurro la boca de Yuuto se posó sobre la de ella, ansiosa e indecisa, mientras su mano apretaba levemente el seno de ella. Sin despegar sus labios se abrió la camisa por completo y se la quito dejando el cuerpo a su vista para ella, para su tacto y sus deseos.-

El sabor y el tacto de Leda era una delicia para él. Su piel ardía contra la palma de sus manos. Los brazos de Yuuto se cerraron sobre ella. Estaban tan cerca, tan pegados, que seguro ella podía sentir el palpito pesado del corazón de Yuuto a través de su cuerpo, cuya vivida fuerza enardecía su excitación en su bajo vientre. El deseo se agitaba dentro de él, multiplicándose con cada movimiento de los labios de ella, con cada roce de sus dedos sobre su cuerpo. La rápida inhalación de aire de Leda, el leve gemido de su garganta cuando toco el pezón por encima de sus ropas aun, el olor envolvente de su piel... todo ello vibraba en el interior de Sasaki como una caricia, haciendo crecer su ardor en espiral

Las manos del agente descendieron, acariciadoras ahora, por su espalda, trazando la curva de sus caderas, y sus dedos se clavaron en las nalgas de Leda, apretándola contra él. Le quería hacer sentir su deseo ardiente y duro que había provocado, y un deseo loco de hacerle el amor y apretarse contra ella se apoderó de él. Entre sus piernas cundió un doloroso palpito agridulce por la dura excitación del cuerpo de ella contra el suyo, y sintió ganas de reír y llorar al mismo tiempo. Sasaki deslizó la mano entre sus cuerpos unidos hasta alcanzar sus pechos de nuevo. Se estremeció al sentir su caricia, y sus pechos parecieron hincharse al contacto de la mano de Yuuto. Los dedos de éste, suaves y hábiles, la acariciaron a través de la fina tela de algodón, deslizándose sobre su pezón y asiendo su seno.

Su pulgar rodeó el duro botón del pezón, excitándolo lentamente hasta que cobró vida como el otro había sido. Yuuto dejó escapar un leve gemido al sentir la dureza del pezón entre sus dedos, perdido en una neblina de placer, le encantaba tocarla, recorrerla, besarla y hacer que se vuelva loca por él. Él le quito ansiosamente la parte superior de las ropas a Leda y la dejo solo con el sostén puesto. Un estremecimiento de gozosa sorpresa atravesó a Yuuto cuando las puntas de sus dedos se deslizaron sobre su piel desnuda de ella, acariciando la suave esfera de sus pechos y endureciendo aún más con su caricia el pezón ya tieso. Le quito el pezón y la llevo hacia la cama acostándola en ella con él encima, sus ojos estaban nublados de deseo y perdidos en el cuerpo de ella.

El abandonó la labor de sus manos dejando que ahora sus labios comenzaran a recorrer el cuerpo de ella y comenzó a trazar una senda de fuego por su garganta y su pecho con la lengua. El aliento de se soltaba sobre la piel caliente de ella, la tensión atenazaba su bajo vientre haciendolo casi doloroso buscando el alivio en el cuerpo de Leda, aumentando con cada caricia de sus labios sobre su piel de la mujer debajo suyo.

Los labios de Yuuto se encontraron la carne tersa de su pecho al ir bajando cada vez más, embargado por el deseo de ver su rostro mientras cumplía cada acción nueva sobre el cuerpo de ella. La lengua comenzó a describir lentos círculos sobre la cima de su pecho y se deslizaba hasta el botón carnoso del pezón, estaba asombrado aún por el deseo que latía cada vez más fuerte en su interior. El se metió su pezón en la boca, tirando de él suavemente. Sus sentidos giraban en un torbellino. Nunca había imaginado un placer semejante que tener el cuerpo de Leda bajo el suyo, torturándola de placer con su boca.

Cuando se detuvo dentro a ella sintió como sus piernas se cerraron en torno a su cintura, Sasaki jadeo de placer, sentío en un primer instante que ella era virgen, no podía negar la dicha que sentía al ser el primero para ella, y estaba haciendo esfuerzos tremndos para vencer su deseo de comenzar a moverse hasta correrse en su interior, necesitaba que se acostumbre a él, pero la acción de sus piernas en torno a sus caderas hizo que todo fuera diferente. Entonces decidió ponérselo fácil y dejar que continue su lengua recorriendo el cuello de él.

Sin embargo con los minutos pasando y su senso temblando en el interior de ella, le puso las manos en las mejillas, se inclinó hacia delante con la intención de ver fijamente el rostro de placer de ella cuando comenzo los movimiendos de caderas, entrando y saliendo del interior suyo. No se resistió a volver a besar su boca, predispuso sus labios con un par de rápidos roces con la lengua, ignorando el profundo suspiro con cada embestida que daba al cuerpo de ella sintiendo la humedad favorecer la penetración.

- ¿quien dijo que quería hacerlo? -pregunto con una sonrisa en la cara-

Había decidido que aquella mujer era suya, y que iría despacio y con suavidad, saboreando cada momento de ella hasta que su alma no pudiera estar separada de él. Guiándose más por instinto que por experiencia, rozó su mandíbula con la boca de ella recorriendo toda su extensión mientras aumentaba las velocidad. Con un suspiro, él entreabrió los labios de ella, y volvió a deslizar su lengua y empezó a deleitarse como si fuera el bocado más sabroso que hubiera devorado jamás. Cuando sus lenguas volvieron a encontrarse, algo parecido a un terremoto retumbó en su interior, liberando un deseo que sólo sentía en esos momentos mientras su cuerpo era tomado por el de él de esa forma. Tuvo que agarrarle rápidamente de las cinturas mientras buscaba más y más dentro de ella, queriendo causarle el placer más increible que pudiera tener.

Las imágenes que se podían apreciar en la cama era de las manos de Sasaki moviéndose sobre el cuerpo de ella memorizando cada curva, su boca dejando un rastro de besos desde su boca hasta su cuello mientras seguía moviendose contra ella. Cerró los ojos, deseando acallar de nuevo sus gemidos en la boca de Leda, estaba allí haciendole el amor y su cuerpo todavía estaba necesitado de más de ella.  Estaba caliente, pesado y ardiendo por ella en el interior, sentía las gotas de sudor cubrir su frente, el calor de la habitación aumentar unos cuantos grados mientras seguía moviendose con fuerza, con cada jadeo impulsado por la union de cuerpos.