Dia de pruebas [Melissa Rothstein]

No era un secreto que desde hace un tiempo Masson había estado buscando una oportunidad en otro lado que le permitiera salirse por un tiempo de la agencia en New York. En los Ángeles se le había presentado esta oportunidad doble pues no solamente podría ser el guardia de la hermana del acalde que sin duda ayudaría a su curriculum con los grandes políticos del país. Tambien estaba considerando cambiarse a la agencia de los ángeles donde podría crecer laboralmente pues lo que ahora buscaba era protección para su familia y mientras mas alto llegara, mas fácil seria de conseguir.

Le presentarían a Melissa la hermana del acalde, la misión era estar un día con ella sin renunciar antes de ser contratado, no entendió porque se lo pusieron así ¿Que tan difícil podría ser cuidar dela hermana del acalde? pensó Masson cuando llegaron otros dos sujetos en compañía de ella.

-Señorita Rothstein el oficial Masson- Asi lo presentaron a ella. El extendió su mano para saludarla -Alexander Masson- volvió las manos a los bolsillos y observo unos segundos a la persona que cuidaría el resto del día mientras les daban a ambos los por menores e indicaciones del acalde.

-Le han de confiar la seguridad de la señorita Rothstein, Masson no defraude al acalde- dijo ya a lo ultimo el tipo calvo, algo corpulento y muy alto con facha de guardia de seguridad pero de los mal encarados. Y entonces se retiraron dejándolos solos.

-Aun no es definitivo y sinceramente, no creo que se muy complicado- Comento a Melissa con una ligera sonrisa para darle algo de confianza. El no era de los mal encarados al contrario siempre mantenía una buena actitud que se rompía como a todos en malos momentos.

-Guardare mi distancia para no incomodarla pero no estoy dispuesto a quedar mal con el acalde- dijo entre risa por las palabras del sujeto que se había marchado.

"Si que la hermana del acalde es una mujer realmente hermosa" fue lo que pensó Masson al ver a Melissa Rothstein, igualmente se le hizo delicada, fina y de una mirada preciosa. El agente es por naturaleza fanatico de la belleza femenina, eso causaba que a veces fuera un tanto ojo alegre con ellas.

-Cierto, aunque eso no significa que yo no la tenga a gusto. Me interesa de igual forma su opinión- Respondió Masson al respecto a la observación que había hecho la chica. Se sintió invadido cuando la mirada de ella se poso en la suya. Sonrió de lado quedándose seco de palabras.

Metió las manos en cada bolsillo del pantalón bajando después la mirada al piso, Melissa le habia ganado con su mirada. Apreto los labios y siguió con la mirada baja tratando de no sentirse intimidado por su presencia, cuando se recupero en escasos segundos volvió a mirarle con temple profesional.

-¿A donde debo acompañarla?- Pronuncio serio y al mismo tiempo amigable. Estaba acostumbrado a trabajar con mujeres hermosas pero por algun motivo Melissa le movía el piso al agente.

-El calor de los Ángeles es sofocante- Trato de justificarse y avanzo hacia ella -No tiene de que preocuparse señorita Rothstein, estará a salvo, se hacer muy bien mi trabajo- Extendió la mano para darle paso en ese juego de palabras. No fue su intención sonar arrogante pero Masson lo era, alguien muy orgulloso y a veces hasta cínico al decir las cosas.