La Imagen del Poder [Edrik]

No era cosa de otro mundo salir a las calles a delinquir de vez en cuando más sin embargo nunca sabría quienes serían mis victimas,no estaba muy segura de lo que iba a empezar a hacer aparte de la compra-venta de drogas, pero estar en el Central Park dentro la terraza de Bethesda era el sitio idóneo. Al bajar las escaleras y entrar a ese hermoso lugar, empece a tener mis alucines pero no importaba saber que es lo que quería de ahí. Lo que quería era dinero.

Mire a un hombre que parecía de mucha categoría nunca pensé que fuera tan poderoso, al acercarme para sacarle la billetera alguien agarro mi muñeca: oh mierda, pensé entre mi. Nadie me había nunca cachado en una movida así. Pero que podría esperar de los gatos de los políticos, sí, este hombre era el Señor Gobernador del estado de New York, de pensar que estaba el tipo tan solo...aparentemente.

Solo una diferencia entre el tipo que decía ser el gobernador de New York y yo, él tenía el poder, yo no, sin embargo esa diferencia tendría que estar difuminada según yo los políticos eran capaces de ayudar pero esta insensible persona me llevo a la obscuridad de los de su “clase” a lo mejor me gustaría  pero al final, no se ¿qué pasaría?  

Me llevaron a una casa con una máscara que no podía ni ver la luz, no forceje porque sabía que al hacerlo me podría ir peor.  Ningún oficial había ahí. Esto era raro, al llegar a esa casa uno de los guardias me baño con agua helada, ¿bañarme? Me metió con todo y ropa, para después exigirme que le diera mis miserables trapos, esto era mucho aparte el tipo de que no podría ni verle la cara por una máscara de cuerno negra, estaba ahí en ese baño viéndome. Claro al quitarme “los miserables trapos” se los lance a la cara para después bañarme bien con el poco shampoo y jabón que había en ese baño, el tipo había entendido la indirecta no quería que me viera y este se fue.
Mientras tanto me quede sentada, sintiendo como el agua recorría mi cuerpo, pensando ¿qué iba a pasar conmigo? Esa casa por fuera se veía mal pero adentro con solo mirar el baño era muy lujosa,  esto me daba miedo…  Mientras tanto un olor a quemado inundaba la casa mire por la ventanilla del baño, era mi ropa, bueno la ropa que algún día use para agradar a Nathan… por un lado me gustaba eso parecía que el cielo se había confabulado conmigo para deshacerme de las cosas que ese maldito rubio me había regalado.

Unos minutos después una mujer de mayor edad parecida a la típica moza de años atrás vestida de negro, mandil blanco, me llevo ropa nueva – Tienes que ponerte esto pequeña-  ¡vaya! Al fin algo de calidad en esa casa. Mire y solo era un vestido de lino blanco era hermoso y de Chanel . Vaya sorpresa alguien me había sacado una sonrisa en ese día solo musite: Gracias y me puse el vestido con aquella ropa interior de Victoria Secret y todo nuevo con etiqueta. Me sentía tan bien, parecía princesa de un cuento de hadas, aparte con estilista personal  todos los servicios sin costo alguno.

-Al gobernador le encantará esta sorpresa, eres la primera con la que hacemos esto así que compórtate… y puede que te vaya muy bien-  me dijo aquella mujer mayor, que posteriormente casi me enseñaba desde como caminar hasta algunos modales de mesa, así como otra mujer seria que solo me miraba fijamente, daba la sensación de que no le agradaba. No me gustaba esto pero todos se veían ilusionado, como si fuera aquella princesa que los sacará de un maldito hechizo tipo “La Bella y la Bestia”  Pero algo me daba mala espina, si, ese gorila que quemo mi ropa y me vio desnuda, a él no se le veía ni la sonrisa solo los ojos  detrás de esa mascara de cuero.

No dirigí palabra alguna no era necesario, me dejaron en la sala junto a un hermoso piano de cola blanco y junto de el yacía un violín igual blanco, mire al violín y recordaba aquellos tiempos en mi casa, cuando tenía mi tutor y maestro de violín, podría pensar que esto podría ser una trampa pero…  el instrumento me tentaba, ya antes había tenido esta vida de niña rica con todos los caprichos concedidos.  

Sabía que tomar las cosas sin permiso era como un robo pero estaba dentro de esa casa así que tome aquel violín mientras todos esos recuerdos me llegaban a la mente, estaba bien a finado, y empecé a tocar aquella  canción que me caracterizaba…

vestido:

música en violin:

Un pequeño y ligero escalofrio recorrio su espalda, le impactaron los ojos claros del gobernador, eran parecidos a los de ella, su corazón se puto conmover por un momento y sonrio. - Jane...asi me llamo menciono con en corazon hecho una naranja esprimida, ya que su apellido era conocido, por su padre el dueño de las gasolineras de mas demanda en el pais. Jane sabia que seguramente Edrick conocia a su padre, y por ende lo cayo a menos que el lo pregunte. Parpadeo un par de veces, recordando quien le habia enseñado a tocar y era su tutor tuve un tutor en casa de mis padres sin duda esto abria los signos de interrogacion, de que familia venia Jane? Alguien con tutor era alguien de familia con una buena posicion social.

Se dispuso a escuchar aquella melodia en el piano, ella tambien sabia de musica, sabia expresarla y sentirla. Eran sentimientos muy encontrados, su vida pasada que la tenia totalmente en el olvido o al menos como un objeto en el desvan, empolvado y cuando alfin guien decide avrir la puerta y escudrinar o ver que hay ahi? Lo encuentra. Pero en ese caso este personaje que era el gobernador no estaba previsto en la vida de jane.

si me permite externarlo, su tio estaba en lo cierto, en lo personal a mi me gusta componer con base a los sentimientos vaya muy cursi de parte de Jane pero cuando ella abria sus sentimientos, lo hacia de una muy sutil, pues ya no queria que la hirierantenia mucho con sus malas decisiones y sus consecuencias, pero fue una de estas la que la llevo a ese lugar.

Todo era muy elegante tenía que saberlo o recordarlo, en la música, en los detalles, en todo. La sola presencia del gobernador me hacía recordar todo, tal como si fuera un regreso a casa, el hecho de solo pensarlo me provocaba querer salir corriendo, como siempre lo hacía huir de mis miedos mientras estos se alimentaban mas con mi cobardía. Sabía que no podría mostrarme insegura, pero no era la típica chica que miraba a los demás por debajo del hombro.

Esa canción me decía tantas cosas hasta de mi vida en realidad, eso me hubiese pasado con Nathan, mi ex, o así me he sentido desde que nos alejamos, ero ya nada podría ser como antes, tenía que salir de esta obscuridad; una descarga eléctrica me recorrió la columna vertebral hasta la espalda baja, interrumpió mis pensamientos, en cuanto vi esos ojos a unos centímetros de mime sentí indefensa como un conejillo cuando la serpiente lo rodeaba para asfixiarlo y tragarlo.

Mis manos empezaron a sudar y sin mencionar la vibración de mis piernas las cuales respondieron a la orden de la comida. Me sentía sumamente rara, esto nunca me había pasado. Vaya aquella mesa me recordaba a la de casa, en mi mente solo una niña con un lindo vestido blanco de lino corría hacía la mesa que la esperaba su tutor y sus hermanos.

Dí un par de parpadeos, las drogas a lo mejor me estaban ya dañando sumamente y ese día no había consumido ni la mitad de una tacha. Ahora, no es que no le pusiera atención a las palabras de Desch simplemente que mis pensamientos estaban revueltos por la música, y los recuerdos que venían con ella. Lo que más temía era el presentimiento de que después de este día nada sería igual para mi.

Esperaba ala comida, se veía deliciosa, tenía que recordar todo lo que alguna vez aprendí, un poco después de que el empezará,lo hice de toda la manera más natural, como si ya estuviera hallada a ello, no pensaba hablar en esos momentos, ¿quién charlaba durante la comida? o al menos en mi casa no era así... solo comíamos y mis padres se tiraban unas miradas de "te odio" ... hasta ahora me caía el veinte de muchas cosas. Pero a como me decían tu callada hasta que te pidan hablar u opinar. En este caso tenía que guardar la compostura.

La autoridad de aquel individuo extraño que solo lo había visto por revistas, periódicos, en televisión, etc, etc. Me hacía prácticamente obedecerlo aunque el no dijera nada... aún.

No pudo más que sentirse complacido al ver como ella le obedecía sin repelar, por una parte sabía que se sentía intimidada y que sabía bien que se encontraba en desventaja; ya que en cualquier momento su humor podría cambiar y la situación se tornaría oscura para la ladrona. Pese a todo ello se regodeaba en el poder que tenía sobre las personas, barajeo las posibilidades de lo que haría a futuro con ella pero de momento solo necesita alguien con quien comer y que fuese capaz de divertirlo, aunque fuese de una forma por demás retorcida, durante la comida.

La observo con intención mientras la veía comer, había algo raro en la chica, algo tan grande que hasta un ciego lo vería; por lo visto su primera aproximación estaba por demás errada y cuando lo posible ha sido descartado lo que queda por improbable que esto resulte debe de ser la verdad, según había dicho Conan Dolye en los labios del famoso detective Sherlock Holmes. Había demasiada naturalidad en sus gestos, en la forma como comía, cosas que solamente se aprenden naciendo en una cuna, cuando menos, de plata.

Una pequeña y maliciosa sonrisa apareció en sus labios, al barajear las posibilidades que aquello representaba. En primera instancia ya no le veía más como al perro de compañía que había decidido dejarlo comer en su mesa y hacerle una que otra caricia detrás de las orejas para verle menear estúpidamente la cola; esta vez veía en ella a mujer, de ínfima categoría pero finalmente una mujer.

Termino la ensalada y la sopa. Bebió vino jugueteando con la copa, mientras le veía de reojo, antes de clavar su agudo alfiler sobre la frágil mariposa que tenía frente así— ¿Hace cuánto tiempo fue? ¿Cuánto tiempo hace que dejaste de ser la muñequita de papá y mamá?—Le preguntó con aquel tono de voz frio y terso, acentuando aún más su acentuó alemán que prácticamente era nulo en cualquier otro momento.— No creo que los extrañes pero quizás ellos si.— Volvió a beber con toda la calma del mundo sonriendo detrás del cristal empañado con el purpura del vino.

—¿Negaras acaso mis pensamientos? Serías una estupenda mentirosa si es que llegaras a lograr convencerme de que lo que pienso no es verdad. Recuerda quien soy y que siempre hay metodos para saber la verdad ¿Cuantas cosas has tocado ya?— Se mofó, concentrando completamente su atención en la joven rubia. Sus ojos permanecían fijos en la delgada figura maltratada por el tipo de vida y la drogadicción, seguramente en otro tiempo hubiese sido hermosa, hoy tan solo era la cascara vacía de un recuerdo.

Me encontraba trabajando en mi oficina, cuando me llamaron por mi celular, y me dijeron de ir a ver a unos clientes rusos en ese momento. No me gustaba nada tener que ser yo quien me moviera, cuando normalmente se movian por mi, pero los negocios eran los negocios y alguien tenia que pagar las facturas de mi dulce esposa...

Me encontraba en un bar con nuestros futuros clientes, era un bar totalmente acristalado, se podia ver muy bien el exterior y de vez en cuando miraba la gente pasar. La reunion no fue mal del todo, pedian mas dinero, cosa que me esperaba, pero eso no seria problema. Volvi a mirar por uno de los cristales y vi como unas personas parecian hablar con una muchacha, desde lejos apenas podia distinguirla, pero no habia dudas, era Jane

Me levante de la mesa, pedi a mis socios que me perdonaran y fui corriendo hacia alli, pero me cruce con un coche y tuve que aminorar mi paso, mientras el dueño del coche me insultaba, por mi infraccion, mire donde estaba mi hija, sin duda no estaba sola y yo reconoci a ese hombre, era el gobernador, pero que hacia con el gobernador alli?. Les observe sin decir nada, queria ver que ocurria y en que lio estaria metida Jane, ella siempre actuaba asi, sin pensar, a su manera, no le sirvio de nada la educacion que le di, era una manzana podrida y cuando pude ver que el gobernador se marchaba, habria apostado que llamarian a la policia, pero no fue asi, se la llevaron en ese coche oficial.

Enseguida fui hasta mi coche, me llevaba bien con el gobernador y con todos los politicos, les apoyaba y hasta financiaba la purga, para mi esos dos dias eran una limpia, donde la lacra de la sociedad moria y los mejores sobreviviamos, era necesaria, la ciudad estaba llena de pecadores inservibles y la purga era una buena manera de limpiar las calles.

Llegue hasta la puerta de la casa del gobernador, no queria ni pensar que habria hecho mi hija, seguro que nada bueno, pero que hacia con un hombre como el gobernador? acaso ella y el?...no, no lo creia, aunque yo mismo tenia mis aventuras, mi hija no podia ser una de esas fulanas, y si lo era ahora mismo acabariamos con esto.

Llame al timbre con insistencia hasta que me abrio una mujer:

-mi nombre es Gerald Austin y en su casa esta mi hija, Jane Austin, vengo a llevarmela a mi casa, no se que habra hecho o en que lio se abra metido, es una chica perdida, una obeja descarriada, pero soy su padre y yo mismo me encargare de ella- solo el pensamiento de que fuera la amante del gobernador me angustiaba tanto que entre en la casa sin permiso, llegue hasta el comedor y al ver a mi hija y al gobernador, me acerque hasta ella y la tome del brazo- desapareces durante años y cuando vuelves estas aqui, haciendo dios sabe que, es que nunca haces nada de lo que te enseñado? voy a llevarte a casa de una vez y vas a comportarte de una vez por todas-mire al gobernador- siento mucho armar este espectacula, pero esta muchacha es mi hija, siempre ha sido una descarriada, jamas ha valorado nada-la mire- seguro que estas drogada o incluso puede que seas una fulana, dudo que puedas salvarte, pero soy tu padre y vas a obedecerme-tire de su brazo dispuesto a llevarmela

Lo primero que hice fue darme una palmada en la frente, era como si mi padre habría venido en un momento nada grato y oportuno, en verdad no podría hacer esto , no puedo haberlo hecho, ¿por qué a mi? no hubiese sido mejor ¿que me encontrara con el en un ... no se... un plan de negocios o en una calle drogandome? pero no fue aquí ahora en este momento con alguien que me intimidaba pero atraía a la vez, quería meterme abajo de la mesa, quería salir huyendo, el ya no me tomaría en serio, Gerald Austin me había arruinado la vida mas que antes. Por que no se quedo en las gasolineras Exxon con sus amantes, oh que diga, su secretarias, y despachadoras, suspire un momento mientras veía como me quitaba ese momento con Edrick,, nunca lo hizo así con Nathan, y ahora con quien ah... olvidenlo.

Se había ido Edrick,¿a donde? no se ... - Pasa padre si así te puedo decir, que no iré a ningún lado... ya soy una mujer y si no me aprovechaste cuando era niña no lo harás ahora, me quedaré aquí - lo dije lo mas calmada posible y terminando parte de la ensalada, era vegetariana, por lo tanto no podía comer el rollo de lo contrario vomitaría o me diera una alergia de mas de una semana - Gerald Austin no diré más ¿por qué no vas con tu mujer a vigilara? apuesto que ahorita ha de estar con alguien como Nathan o más joven... entonces, ve con ella. No tengo nada contra ti pero no soy una niña- Mire a una de las chicas que me había dejado en la sala, suspire y tome una copa con agua natural.

-No iré a ningún lado, en todo caso, si tu invitación es que las puertas de tu casa siempre estarán abiertas para mi, nos veremos mañana en la mañana en tu casa...- suspire un momento de nuevo, hable con demasiada seguridad y sabría que no se podría negar pues le había pegado en el "orgullo" el nunca había sabido que pillé a mi madre con Nathan en una noche de ... calentura y que por eso mi vida se había hecho nada con el hecho que mi madre estaba siendo penetrada y por atrás por mi novio... en ese entonces.

-Con su permiso- me limpie los labios y fui directo al baño a lavarme los dientes, con un paquete de esos de hotel que me dio una de las chicas, -gracias- dije en un momento bajo y pregunte por el, si por Edrick, ya me habían dicho a donde dirigirme, pero estaba confundida, me había arruinado esta velada, antes de que no sabía que ¿qué iba a ser conmigo? las palabras de la ama de llaves principal diciéndome "es la primera vez que hacemos esto, así que compórtate" pero ¿me estaba comportando? ¿qué pasaría con mi vida en ese momento? pensé que sin duda me había arruinado, tenía ganas de llorar, pero a la vez tendría que ser fuerte y tratar de controlar la situación.

Me asome por la puerta y le dije a la antes mencionada - podría decirle ¿que se retire? veré la forma de ... poner el olvido esta mala situación con Edrick - ella asintió diciéndome que pensará sabiamente. Me lave bien los dientes y salí al encuentro con el de nuevo, mañana sería otro día para Gerald y para mi, me senté en aquel sofá donde estaba el... no sabía sí rozar la yema de mis dedos su mano o no se, me sentía tan mal... me contenía el coraje que sentía en ese momento. Edrick no me escucharía, tenía los bytes puestos y estos eran muy ensordecedores; El jamas notaría mi presencia, varios pensamientos me decían, "no lo lograras" pero encontrar ese intimo encanto de Edrick sería mi meta... no creía tanta dureza en un hombre como el después de la última canción que toco en el piano aquella tarde.

Me repateaba sobremanera que por culpa de Jane el gobernador, tuviese que llamarme la atencion, ella siempre me hacia pasar verguenzas, nunca fue una niña agradecida, siempre era como un animal al que domar. Ahora me encontraba frente al gobernador, con una hija que por sus palabras habia intentado robarle:

-no sabe cuanto lamento el comportamiento de mi hija...he intentado corregirla mil veces-dije con pesadumbre, mientras observaba al gobernador marcharse y yo soltaba el brazo de mi hija- estaras contenta, siempre me haces quedar en ridiculo, es que jamas aprenderas a comportarte? no te basta con todas las humillaciones? con todos los problemas que me has dado?-meti mis manos en mis bolsillos- intento salvarte, pero realmente no se como hacerlo, creo que solo me dejas un camino...

Escuche sus palabras sobre mi esposa y me acerque a ella con rabia, le alce la mano pero no la toque:

-no vuelvas a hablar asi de tu madre, tu madre y yo nos tenemos un respeto mutuo y sincero- nuestro matrimonio no era perfecto, es mas tenia muchos agujeros que cerrar, pero una mocoso no diria lo que nisiquiero yo hago publico-que vas a reclamarme? de niña lo tuviste todo, educacion, juguetes, incluso tenias tu propio tutor espiritual, pero como siempre no aprobechaste nada, siempre lo rompes todo-le recrimine


Cuando me dijo que no volveria a casa, estube a punto de arrastrarla, pero tenia una reputacion, asi que le seguiria el juego, si la niña queria venir por las buenas vendria, pero no podria dejar mi nombre por los suelos:

-mi casa es tu casa...ven mañana, pero hazme un favor, no parezcas una furcia-la señale- odio tener que justificarme por ti y tus acciones

Todo iba tan bien ¿por qué mi padre había entrado sin autorización?  mierda, pensé al escuchar todo lo que el me estaba diciendo, no era demasiado pero tampoco me parecía justo ni para el ni para mi -Estabas hablando conmigo no con el...al parecer le das mas importancia ¿no es así? a los demás y no a tus planes o prioridades. Ocultas mucho para que al final todo salga a la luz en el tiempo que menos lo esperes- tenía que guardar la calma o la que saldría perdiendo más era yo, mire como me indicaba que me fuera y sonreí ladina - no me iré, estas pensando con la cabeza caliente ah y no creas que porque eres el gobernador me estas humillando- tome una revista ya la empece a hojear - a lo mucho, seguramente humillarás a quien se deje hacerlo - wow que valor estaba tomando para enfrentarlo pero tampoco me mofaba en hacerlo bien, me estaba buscando seguramente que los de su seguridad me echaran pero ahora sabía quien era yo y que quería, lo quería a el siempre iba contra corriente de Gerald, mi padre, y que yo estuviera con el gobernador en su casa significaba algo de lo mas bajo para el seguramente.

Después de unos segundos me levante y camine hacía donde estaba el, me puse tan cerca como para que el me viera, no quería que me viera como la rogona que nunca he sido el no me conocía del todo aún en mi "juicio" podía dar algo de mi y esto no significaba meterme en la cama de nadie, solo he estado en dos camas en la mía y la de Nathan pero eso paso hace mucho, mucho tiempo. Suspire profundo y me cruce de brazos -Edrick ¿porque no te sientas y te tranquilizas? puedo traerte un té si quieres, pero ¿en serio no me quieres ver? hace un rato antes de que el llegara, al parecer no te fastidiaba mi presencia, seguramente te pego en el orgullo, pero acaso ¿yo tengo la culpa? yo no tengo la culpa de que tus chicos de seguridad sean unos incompetentes que lo dejaron entrar-  le mire fijo a sus ojos me molestaba que alguien como mi padre tuviera tanta injerencia con alguien como Edrick,me vengaría mas tarde de Gerald si esto se tornara obscuro,no a mi favor, en ese momento tenía ganas de matarlo literalmente, sabía como, alguien me había entrenado también para matar, pero me mostré de la manera mas calmada posible.

El hecho que también me llamara drogadicta me había pegado a mi también pero no era un camino que decidí por gusto caminar, las drogas no eran mis amigas, me estaba muriendo lento, por eso las consumía no por gusto. - y no soy una niña mimada que juega con muñecas pero al parecer el niño caprichoso es otro, ¿es así como se comporta el gobernador? o ¿nadie te deja ser quien verdad eres? me iré pero ten en cuenta que tu no eres un capricho para mi... yo no fui quien te pidió traerme aquí.- ahora no sabía si irme o no mis pies estaban demasiado encajados en el piso y no me podía mover, también quería una respuesta lógica, respuesta que sabía que jamás me la daría, pero seguramente yo era la primera que le decía sus cosas en menos de 15 minutos.

Rodee mis ojos en serio mataría a Gerald por este hecho y lo mataría lentamente... - dí unos pasos hacía afuera y me quite ese maldito vestido -seguro, esto es tuyo y no quieres que una gente como yo lo tenga, ¿también sugiere que me quite la ropa interior?  gracias por sus finas atenciones, señor gobernador- le hice una reverencia y me salí, para mi sorpresa había medios y la camioneta de mi padre pero el no estaba - me va a matar... el a mi- pero no importa - No pregunten ni me juzguen vayámonos, me dejarán en mi condominio en el Bronx y aquí nada paso, si alguien de los dos habla, le diré a Nathan que lo maté y saben quien es el el chófer solo se río y bajo la cortinilla que dividía la parte de atrás con la de la cabina.