Una semana juntos(Leda y Sasaki +18)

Lo que le había dicho era verdad, ella era su mujer y podía presentarse así ante cualquiera no importaba quien sea mientras más lo supieran mejor para él. Y resultaba sorprendente que le importase mucho que todo el mundo sepa que Leda era suya. Podía leer a las personas fácilmente, pero  ella estaba parcialmente difícil para él y eso le gustaba. El hecho le enloquecía en parte, hacía que su temperamento vagara en su sangre entremezclándose con el ansia sexual y la lujuria que ascendía gradualmente por tener a una mujer como ella en su corazón. Sus manos en el rostro de él y el beso hicieron que siéntense de nuevo hambre por ella, nunca tenía suficiente de Leda.

- puedes presumir todo lo que quieras -le aseguro con voz divertida mientras le devolvía el beso, le encantaba ser besada por ella, le gustaba sentir sus labios, no podía negar la fuerte atracción que provocaba el simple roce, no era capaz de ocultarlo, sus ojos eran fáciles de leer cuando quería una cosa. Y ahora mismo, lo que más amaba era a Leda- aunque puedes decir también que eres mi casera y vienes a cobrarme la renta -bromeo un poco mientras reía-

Era suya, no había dudas. Toda ella, no importaba lo que costase, no dejaría que Leda se fuera de su lado. La guardaría para sí, haciéndole el amor, demostrándole con ello todo lo que sentía por ella. Alimentaría su hambre al tenerla cerca, la poseería. Suya. El regalo le tomo por sorpresa, y la verdad había querido esperar un poco más antes de dárselo, pero sentía que era lo correcto, sentía que era correcto lo que sentía por Leda en aquellos instantes y le gustaba ver cuando había conmovido a la mujer. Se acerco a ella y con las manos en sus hombros espero a que se calmara, acariciaba su rostro y enjugaba sus lágrimas.

- no eres tonta para nada, amo que muestres tus sentimientos abiertamente para mí. -y se lo agradecía de verdad, oyó las palabras que siguieron sobre sus padres, como su madre se había ido a Italia dejándola sola con su padre quien la crió y que a pesar de todo él seguía amándola. Le mostró el anillo que le había pertenecido y de como ahora él le daba un anillo igual de importante para ella- eres mi mujer ahora Leda, y no te dejaré nunca, no tendrás que estar sola nunca más.. -No había la menor duda de la seguridad que reflejaba su voz y el brillo que despedían sus ojos cuando hicieron contacto con ella y le ayudaba a limpiar las lágrimas-

La abrazo de vuelta cuando le pregunto sobre si era ahora su prometida, él solo asintió quedito mientras rodeaba con sus brazos el cuerpo de la mujer que más amaba en esa vida, se sintió feliz y dichoso de ser correspondido de una forma como esa, a pesar de él ser demasiado callado con sus sentimientos, no había forma en que no le demostrara con acciones cuan importante es ella para él. Quería recompensarla por todas las tristezas y desventuras del pasado, quería llenar su vida de colores de nuevo y de aires de felicidad para que sintiera a pleno de nuevo con ella misma y con el mundo, pues sabía que él que le arrebatasen a su padre había sido un gran dolor en su vida.

- serás mi prometida Leda, mi mujer, mi amiga, mi amante y el amor de mi vida - Su voz fue suave, gentil incluso mientras sus brazos eran como bandas de acero alrededor del cuerpo de ella- llenare tu vida de felicidad y te haré sentir la mujer más amada del mundo, no me apartare de tu lado y todo ira para mejor a partir de hoy, lo prometo -sus besos fueron demandantes cuando intento acallar las lagrimas de ella con deseo, cuando se apartaron la mirada de ella le hizo observarla curiosa, presintiendo que deseaba decir algo- ¿como hacerte? es fácil.. lo hice mientras dormías -añadió con una pequeña sonrisa curvando su siempre seria boca. Sonrisas que solo ella se encargaba de sacar a flote-

Le fue ayudando a quitarse la chaqueta mientras él se dejaba hacer por las manos de ella, sentía que si colocaba sus manos sobre el cuerpo de Leda una vez más no se controlaría y terminaría haciéndolo no solo en la bañera, sino en toda la casa. La risa de Sasaki fue suave, una burlona diversión masculina cuando ella le riño por mirarla de una manera que la volvía loca.

- no es mi culpa.. es que me es difícil apartar mi mirada de ti y no pensar en cosas pecaminosas de paso -confesó en voz baja.- es difícil tenerte a mi lado Leda y controlarme, -sus manos subieron por sus caderas levantando un poco el vestido de estampados floreados que llevaba, jadeo cuando el pedido de bañarse con él salio de su boca y la lengua de ella recorría ahora su cuello, cerro los ojos mientras recuperaba la respiración y fijaba su vista en ella- seras Sasaki Leda -declaro con suma convicción mientras le ayudaba a desprenderse de los botones de su camisa, se la quito dejando su torso desnudo frente a ella,- y estaba planeado ya de ante mano meterte conmigo en la bañera, -la sonrisa que le envío fue traviesa, las dedicadas solo para los momentos a solas entre ellos- cuando estoy aquí no quiero estar lejos de ti ni por un segundo

Sasaki se inclinó incluso más cerca de la tentación de la piel satinada de Leda, su cuello expuesto solo para él. Cuando inhaló su fragancia, olió a primavera, sus manos comenzaron a buscar el borde de su vestido ya levantarselo para sacarlo por encima de la cabeza de ella. Leda era diferente, muy diferente de cualquier otra mujer que hubiera conocido. Se tomaría su tiempo en desesperarla, de hacer que su cuerpo no pueda sobrevivir sin sus besos. Si se hacía necesario y como ella siempre se jactaba, la volvería loca, loca por él. El amor que le tenía mandaba entre los dos; nadie intentaría interferir, no les dejaría. Cuando le quito el vestido bajo su boca para encontrarse con la de ella.

- te amo tanto Leda que duele.. -Yuuto hizo salir su lengua para humedecer el labio inferior lleno de Leda en una suave provocación. La acción en sí tensó su cuerpo incluso más y la mirada que le envió no hacía más que ver cuanto la amaba.-

No podía controlar su reacción a ella. Era muy consciente de que eso le hacía más peligroso de lo que había sido nunca. Necesitaba mantener el control todo el tiempo, era alguien entrenado por varios años pero aun así ella era capaz de destruir todo el entrenamiento. No quería arriesgarse a hacerla daño en el futuro y quería evitar que terceros se le acercaran a causa de él y su trabajo.

Leda era una tentación en sí misma, allí de pie frente a él, con apariencia tan joven, hermosa y ligeramente turbada por los sentimientos que se provocaba. Sintió que el corazón le daba un vuelco, cada instinto protector fluyó hacia arriba. No sabía que tuviera instintos protectores tan poderosos desde que la conoció. Ella estaba haciéndole cosas tan rápido que no podía ajustarse. La mano masculina se cerró alrededor de la nuca de Leda. Posesivamente. Como si tuviera derecho sobre ella. Su cuerpo se volvió flexible, suave en reacción. En toda su vida, nunca había respondido tan sexualmente a nadie como lo hacía con la pelirroja. Le ansiaba hasta el punto de parecer ser un anhelo que no podía controlar.

Sasaki se perdió en su dulzura de su boca una vez más, sus lenguas entrelanzandose buscándose como dos amantes desesperados. Ella era calor y miel, fundiéndose con él de esa manera, Yuuto se envolvía cada vez más alrededor de su corazón hasta que supo que nunca estaría completo sin ella. Su boca se movió hacia la comisura de la de ella, a lo largo de la barbilla hasta el cuello vulnerable donde succiono, chupo y lamió cada centímetro de piel de ella.

- amor mío...

Se unió a las risas de Leda cuando menciono que  le iba a subir la renta, no tenía dudas, pero él tenía más de una forma de hacer que esa pelirroja no pudiera pensar en cobrarle, sus métodos eran demasiado efectivos. Rió mientras recordaba las noches que habían pasado juntos desde que comenzaron a establecerse como pareja en el departamento de Leda. Desde que se había encontrado no habían pasado una noche sola sin la compañía del otro, aunque en el trabajo de Sasaki siempre se necesitaba trabajar horas extras o turnos nocturnos. Hacía lo posible por estar a lado de su pelirroja el momento que pudieran.

- no te preocupes, se de formas en que puedo hacer que no me cobres un solo centavo -dijo con una voz llena de deseo mientras miraba Leda como a ninguna otra mujer, como suya, como su amante y su compañera, como su deseo más anhelado, como su pareja. Y todas las palabras que ella le confirmaban que era realmente así para ambos, pocos eran los que tenían la suerte de encontrar una pareja que les ame desde lo más profundo de sus corazones, Sasaki y Leda eran uno de los pocos. Sasaki tuvo un deseo casi abrumador de besarle con esa expresión de su cara que pedía a gritos que le diera las atenciones correspondientes.- jajaja.. bueno hago muchas cosas mientras duermes, la mayoría hacen que me llames en sueños y bueno no puedo dejar de atenderte en tus sueños también así que me esmero por "llenarte" de atenciones -dijo mientras la observaba con un aire travieso sobre las cosas que le hacía dormida, a veces solo la contemplaba dormir durante horas antes de que el sueño le invadiera y le gustaba tenerla dormida entre sus brazos y amanecer de la misma forma-

Los labios de la pelirroja viajaban por su cuello, directamente sobre su pulso mientras su respiración se hacía dificultosa pues el sentir los labios de Leda sobre su piel era un placer exquisito.

- Tienes que confiar en mí, Hime -susurro con su acento japones, quería decir "princesa"- Mi auto-control no es nada de que envidiar, es bastante endeble cuando se trata de ti... sabes que no puedo resistirte tanto tiempo.. me gusta sentirme en ti. Ser parte de ti. Alcanzando tocar cada parte de tu cuerpo, como tu a mí. -Las palabras salieron de estar en su mente a su voz, decía lo que sentía, no tenía miedo de mostrarse así ante ella, ella sabía cuanto la deseaba, cuanto la amaba y el sabía cuanto ella amaba a él. Ella era su fuerza y su calor, su fuego y su corazón.-

Un calor al rojo perforó mi garganta en forma de gemido cuando sus manos me recorrieron y me empujo contra la pared para volver a besarme con más ansias que nadie, le gustaba provocar todo tipo de reacciones, le gustaba ver a la Leda amante que solo podía tener ojos para él, y luego sintió una sensación erótica tan bella, que llenó el baño de un gemido cuando ella comenzó a bajar recorriendo el cuerpo marcado del policía hasta llegar a sus pantalones, los cuales bajo lentamente hasta dejarlo desnudo frente a ella. Ella tomo su mano y lo ayudo a introducirse en la bañera sin dejar de despegar sus ojos oscuros del cuerpo de Leda que estaba cubierto solo por sus ropas interiores ahora. Él ya dentro del agua comprobó la temperatura perfecta de esta desviando su atención de nuevo en el rostro de su amor.

La forma en que se besaron, en como ella provoco un gemido de su parte al lamer su lengua de esa forma tan erótica de como después junto sus frentes y le dijo que le amaba en japones, pidiéndole que le desnudara. Nunca se había sentido tan querido, ella era tan hermosa, tan perfecta en todo momento. La sintió temblar ante su contacto mientras tomaba el borde de sus bragas y los bajaba con lentitud para poder admirar el sexo de ella agachado en la tina, elevo su vista y su respiración también estaba acelerada, la miraba a los ojos explorando sus deseos y pensamientos secretos con la mirada. Ella le serenaba y le volvía loco a la cabeza, saboreando cada momento junto a ella, compartiendo sus deseos más profundos. Solo pudo asentir a su pregunta.

- sí, así se dice -confirmo mientras con lentitud le ayudaba a meterse también en la tina con él, se coloco primero sentándose y luego la sentó a ella sobre si mismo, con su miembro duro entre las piernas de ella sin penetrarla pero tocando su sexo de forma exquisita, recostó su espalda contra su pecho y saboreo el dulce sentimiento del agua alrededor de ellos y del cuerpo de Leda entre sus brazos- te amo tanto, Leda.. me provocas a cada instante.. tengo miedo de no poder resistirme a ti frente a otros, tengo miedo de los celos que despiertas en mi al imaginarte hablando con otros hombres -le soltó todos sus miedos al oído mientras su boca recorría el hombro de ella- tanto miedo del fuerte deseo que siento por ti, no puedo concebir mi futuro sin ti a mi lado, moriría... -la apretó fuerte en su abrazo mientras sus mejillas se rozaban una junto a la otra-

Las palabras seguras de Leda me tranquilizaban claro que no dudaba de ella, pero temía por ella y por todo lo que nos pudiera llegar a pasar, nunca se sabía como el destino jugaría con ambos, además de que él todavía tenía un secreto que revelar, pero no lo podía hacer sin el permiso debido de sus superiores pues su identidad todavía debía de ser un secreto en territorio americano, suspiro mientras, la voz de su amada le inundaba los oídos, jamás se cansaría de escuchar aquellas palabras de amor hacía él. Sentía que Leda era el amor que necesitaba en su vida, se había convertido en su corazón y eso de alguna forma seguía temiendo pues nunca había dejado que sus sentimientos le gobernasen como ahora.

- al igual que tu eres la única a quien puedo amar.. -giro su rostro porque quería ver esa mirada tierna y amorosa de Leda, esa indefensa admiración desbordando sus ojos brillantes como cuando se habían besado por primera vez- No puedo explicar como ocurre esto entre nosotros, sólo sucedió. Cuando te toqué y te hice el amor, supe lo que significabas para mí. No para nadie más, ni para ningún otro. Estabas destinada para mí. -le aclaro con mucha seguridad mientras le devolvía el beso.-

Acepto gustoso ser cuidado por ella, mientras ahora cambiaban de posiciones y ella quedaba detrás suyo, sentía como la superficie rugosa y a la vez suave de la esponja era pasada por su espalda, cerrando los ojos se dejo mimar por su mujer mientras sonreía divertido sintiendo su abrazo por la espalda, y la sensación de sus pechos pegarse a su piel. Sin embargo el beso de su boca provoco más que el simple sentimiento de felicidad.

- mhhh.. Leda.. -cuando volvió al frente la observo mientras la veía tocar, acariciar, lamer su cuerpo completo, sintiendo la sensación única de deseo indescriptible por tener a su mujer recorrer cada centímetro de su piel.-

El corazón de Sasaki dio un vuelco cuando sintió la húmeda boca de ella sobre su pezón, derritiéndose completamente y soltó un gemido de placer cuando sus dientes lo mordieron. Ella siguió bajando más cerca de su abdomen marcado en el cual se detuvo un buen tiempo para acariciarlo, gentilmente y desbordando la pasión que sentía por él. Temblaba por su necesidad de ella cuando levanto más las caderas sintiendo como se dirigía ahora hacia su miembro, mientras Sasaki observa y sentía perdido en las sensaciones que la boca de Leda le provocaba. Soltó un gemido cuando le comenzó a brindar atenciones a ese parte de él y se retorció de placer por la simple sensación de su lengua recorriendo su extensión.

- ahh.. Leda... Leda... mmhhh... -cerro los ojos y levanto más las caderas, solo se pudo relajar cuando ella volvió a subir hacia su boca, pidiéndole disculpas- no lo hagas.. me encanto.. -enmarco su rostro entre sus manos manteniéndola inmóvil mientras lentamente inclinaba su cabeza hacia la de ella. Estaba perdido en las insondables profundidades de sus ojos. El ardiente deseo que despertó en él con su lengua. La intensa necesidad. La dolorosa fuerza de atracción. La levanto sentándola en el borde de la bañera- ahora.. es mi turno de vengarme... -Murmuró él suavemente. -

Fue vagamente consciente de estar mirando el cuerpo desnudo y mojado de Leda, un tango salvaje de besos embriagadores comenzaron desde el cuello de ella y comenzaron a bajar de la misma forma en que ella lo hizo con él anteriormente, de piel ardiente de Leda sobre su boca y las manos exploradoras de Sasaki que recorrían el interior de sus muslos, la piel estaba tan sensible que jadeó con la urgencia de sus deseos, al palpar la humedad del sexo de Leda con sus manos.

- Leda... -jadeo mientras seguía bajando. La boca de él abandonó el cuello de la pelirroja para trazar un camino por su cuerpo, la plenitud de los pechos, el estómago, su lengua dejaba a su paso un rastro de fuego. Las manos separando los muslos, sosteniéndola mientras su boca comenzaba a acariciar el inició de su sexo, fragmentándose ante el primer roce acariciante de su lengua sobre la entrada de ella.- Te quiero preparada para mí, Leda. - Dijo, su aliento la caldeó el sexo húmedo de su mujer, su lengua tentándola una y otra vez sobre su entrada, rozando, acariciando, tentando haciendo que las caderas de ella se arquearan impotentemente hacia él mientras chupaba, y succionaba su sexo, tomaba posesión de el y hundía el rostro entre sus piernas buscando su primer orgasmo-

Leda gimió con fuerza mientras sus caderas se movía y mi lengua seguía inundando su interior en una danza prohibida y erótica, sus manos se apretaron el cabello del agente mientras sentía como poco a poco su cuerpo se tensaba con las caricias proporcionadas por su boca. Se contorsionó contra él, su cuerpo se estremecía con temblores hasta que finalmente el éxtasis alcanzo a la mujer, se levanto levemente escuchándola mientras sonreía y se relamía los labios.

- tendrás todo de mí Leda, y yo te consumiré totalmente... -susurro mientras se abrazaban de nuevo con fuerza en medio de la tina, sus manos comenzado a recorrer el cuerpo del otro, sus besos buscando sus labios su cuerpo buscando la satisfacción completa- mmhh.. Leda..-murmuro mientras sus manos bajaron hasta su miembro duro-

El cuerpo de Sasaki cubrió el de Leda, piel con piel, sus fuertes músculos presionaron firmemente contra el suave cuerpo de ella hasta que encajaron perfectamente. Yuuto fue cuidadoso con ella a pesar del deseo interior por apoderarse del cuerpo de ella. Levanto sus caderas con ambas manos y observó su cara cuando empezó a empujar en interior de su cuerpo lentamente, el agua alrededor suyo. Ella estaba caliente, suave, una apretada entrada que le daba la bienvenida a casa, el lugar que le pertenecía solo a él. La sensación era como nada que había alguna vez imaginado, puro placer tomando cada célula, cada nervio. Empujó profundamente hasta que respiró en jadeos por la sensación de éxtasis que tenía al estar dentro de ella.

- oh mi amor... - el cuerpo de ella se apretó alrededor de él. Era tan suave y acogedora. Empezó a moverse, empujando hacia adelante, observando su cara, observándola sin poder evitarlo, sintiendo el salvajismo crecer en él, revelando su habilidad de complacerla.-

Empujó más duro, más profundo, una y otra vez, observándola para encontrarse con él, estocada tras estocada. Sus pechos cobraron un débil brillo, tentando, seduciendo, una exuberante invitación debido al brillo que el agua le daba a cada parte de ella. Sasaki inclinó la cabeza hacia ella, le hizo saber en que momento su boca tocó la piel de sus senos. Abrasando su piel mientras su boca se cerraba alrededor de su pecho derecho. La deseaba salvaje y fuera de control. La lengua de él encontró el pezón mientras todavía lo tenía cautivo con la boca, lamiéndolo salvajemente. Su boca se volvió ardiente y ávida mientras succionaba dejándola marcada la zona, y se oyó a sí mismo jadear su nombre entre labios mientras soltaba el seno e iba al otro. La abrazó, arqueando su cuerpo para tener sus pechos, sus caderas se movían en un ritmo perfecto con las de él.

La boca se movió hasta la plenitud del otro seno, sobre su corazón, sus dientes arañaron gentilmente, apresurándose, su lengua jugueteando. Yuuto pensó que podía explotar en un millón de fragmentos mientras seguía penetrándola con fuerza. Su cuerpo estaba tan caliente, apretado y dolorido entrando, saliendo y volviendo a entrar en ella mientras el agua hacia sonidos ante cada movimiento.

- mi Leda... - Respiró su nombre, una súplica, necesitaba ver cumplidos todos sus deseos mientras respiraba sobre el duro pezón de ella concentrándose en mover sus caderas contra las de su mujer-.

Las manos de él se tensaron sobre las caderas, y se enterró profundamente en el cuerpo de ella. Devorada por él. Le acunó entre sus brazos, pero su cuerpo se deshacía de placer, una y otra vez hasta que pensó que moriría. Interminable. Seguía y seguía, una y otra vez entrando en ella sintiendo el deseo inminente de llenarla con su esencia y mezclarase con la de ella.

Observo el rostro lleno de placer de su mujer mientras juntos alcanzaban el clímax una vez más, sentía como el cuerpo femenino todavía convulsionaba entre sus brazos sintiendo las olas de placer, La sensación de poder que le daba era increíble. Estaba dentro de ella, y sabía que le estaba dando una dulce agonía, fundiéndolo con él. Conocía el placer de su interior mientras estuviera en ella. Se rindió a él completamente, no reservándose nada, sus uñas en la espalda de él, sus suaves gritos, suplicándole tocarle todavía más de él. Quería compartir esto con ella, deseaba darle este exquisito tormento a su alma y a su cuerpo nunca se cansaría de ello, jamás lo haría, jadeaba con placer sintiendo los espasmos de ella provocar los de él

Sus ojos se cerraron, y acunó la cabeza de él entre sus pechos, su cuerpo se movió con el de Sasaki, más rápido y más duro hasta que el agente se estremeció de placer, explotando, adentrándose en ella  hasta que sintió como toda su esencia se combinaba con la de ella.

- Leda oh maldición! -dijo mientras gemía fuertemente soltándose todo en su interior y como cada noche y cada tiempo que tenían juntos disfrutaban de la dulce tortura que era de tenerse como amantes, sintiendo ese líquido de fuego dentro mezclándose entre los dos, sonrió levemente al escuchar sus palabras mientras la observaba con sus ojos oscuros cálidos solo para ella.- ese es mi principal objetivo amor, envolverte en mi mundo y jamás dejarte ir, lastima que lo descubriste tarde, ahora no puedes escapar... -una pequeña sonrisa adorno sus labios mientras llevaba los cabellos mojados de su mujer hacia atrás despejando su rostro para verla- yo lo consumo todo.. busco consumirte por completo y hacerte parte de mi amor, no debería de extrañarte eso - tomo su rostro y lamió con la lengua el labio de ella hasta recorrerlo todo, marcando con ese gesto el increíble deseo que su pelirroja despertaba en él-

Sus fuertes brazos rodeaban por completo el cuerpo de su mujer mientras cerraba los ojos escuchándola decir, reía levemente mientras le asentía, se recostó contra la bañera y la atrajo para que ella hiciera lo mismo pero contra su pecho su mano acariciando su espalda y sus cabellos.

- estas aprendiendo poco a poco -le reconoció besando la coronilla de su cabeza quedándose quieto con ella entre sus brazos y todavía en su interior, como le gustaba siempre estar, dentro de ella, estar conectado a ella y jamás separarse- y si eres una loca asesina, bueno por suerte soy policía, siempre puedo usar las esposas -dijo mientras reía un poco, su corazón estaba en paz con tener a su dulce pelirroja entre sus brazos, así sentía que nada le faltaba, su mano recorriendo toda su espalda con ella recostada contra su pecho, el calor de su cuerpo, el dulce sonido de su corazón golpear contra el suyo propio hasta parecer que se sincronizaban entre los dos y latían al mismo tiempo- más me gustaría enseñarte un poco de artes marciales -susurro, era algo que no le gustaba tocar, pero el tiempo para la purga era cada vez más cercana, y él no dejaría que nada le pase- no sabría que hacer sin ti si algo malo te pasará.. -la apretó fuerte contra él mientras volvía a besar una y otra vez la frente de ella, temor era lo que tenía, pero más temía volverse loco frente a ella si alguien intentase tocarle un solo pelo, fue entrenado para ser un asesino a sangre fría si era necesario, y no quería que Leda viera esa parte de él- hay aspectos de mi que desearía nunca tuvieras que ver..

Tener a Leda entre sus brazos era la única cosa que podía apaciguar al agente, no había nada que deseara hacer ese momento -bueno posiblemente algunas cosas con ella- que estar abrazado al cuerpo desnudo de su mujer como en esos instantes. El instante dentro de ella, dejándola unida a él. También se sentía perezoso y adormecido, el asfixiante deseo por su pelirroja y su desinhibido acto de amor la había relajado por completo, pero era consciente de cada caricia que tenía de ella, cada latido de su corazón y cada respiración de ella sobre su piel. Sus manos se entrelazaron y sintió el placer de sus palabras con una pequeña sonrisa.

- no podrías hacerlo, te tengo loca por mi ¿recuerdas? -dice sonriente el policía mientras aprieta sus dedos con los de ella entrelazados, beso su mano y luego se acomodo mejor sobre él mientras se besaban, se probaban y él gruñía con el mordisco de ella mientras la miraba con ojos hambrientos, ella lo provocaba tan rápido que a veces solía ser muy susceptible a Leda, rió un poco cuando mojo sus cabellos y le despeino volviendo a ocupar su lugar contra su pecho-

Oyó su advertencia de ser duro con ella, y que no por ser su novia debía de ser blando. Sabía que ella tenía razón pero no había manera de que mostrara rudeza alguna con Leda a menos que sea en la cama, lo cual beneficiaba a ambos. Suspiro y beso su mano entrelazada con la de él.

- intentare serlo, sera difícil pero tienes razón -no podía negar que lo tenía, hablo sobre mis habilidades y de como de conocer a esos chicos pasamos a ser algo más, sonreí levemente mientras afirmaba con la cabeza de que se pertenecían, y a nadie más, ella aseguraba que nada de Sasaki podía odiar, y lo amaba todo, mientras que era ella que decía tener mil defectos, para Sasaki, ella era perfecta, no importaba cuantos defectos tuviera, ella era única para él, solamente para él y destinada a ser de él, de nadie más y la amaba con todas sus fuerzas y la seguiría amando en cada respiro de vida que siga teniendo.-

Ella se levanto y el gruño por la separación de cuerpos, odiándolo terriblemente, había descubierto para sus adentro que no había otra cosa más que tener alejada a Leda de él, se levanto también recordando que la cena todavía estaba esperando. Desnudos uno frente al otro se examinaban sin pudor alguno Sasaki apreciando cada parte del cuerpo desnudo de Leda hasta quedar sin aliento, levanto la vista a los ojos oyendo de lo que decía de él mientras se ponía su pijama de siempre, rió negando con la cabeza y con la toalla alrededor de su cintura, tenía sus ropas en la recamara y tenía que ir a cambiarse.

- si bueno. Sabes que te prefiero al natural cuando estas en la cama conmigo -dándose cuenta que no había noche que dejara de amarla a ella o a su cuerpo, desde que se conocieron no podían dejar de amarse y cada vez que pasaba el tiempo Sasaki pasaba más tiempo con ella parecía no aminorar su deseo por la pelirroja- y te prefiero vistiendo mis camisas o remeras como pijama.. te vez más sexy.. -acordo pensativo con una mano en su mentón, sonrió de una vez que la vio puesta con su camisa en la mañana-

La recibió en sus brazos mientras sentía sus labios besarle a cada segundo. Sus preguntas le hicieron reír mientras seguía dandole besos en los labios y él se los devolvía con gusto.

- eso va a ser un problema.. porque tu tendrás ventaja de dármelos cuando quieras, pero yo estaré condicionado.. -se quejo con voz suave Sasaki- mejor te cuento todo mientras comemos.. ¿me acompañas a elegir mis ropas? -dijo mientras le mostraba solo estar con una toalla alrededor de la cintura y todo su torso marcado a la vista de ella, por supuesto que solo le provocaba y le encantaba hacerlo- y soy feliz Leda.. más feliz de lo que te pueda imaginar... -se acerco a ella acorrandola contra el marco de la puerta-

La mirada de él estaba sobre los ojos de ella, sus manos pudieron encontrar las caderas y mantenerla inmóvil para su inspección. Inclinó la cabeza hacia la parte inferior de su cuello satinado y capturó una gota de agua con la boca.

- tu me haces feliz... -susurro por ultimo mientras se apartaba y la dejaba con ganas, y a él también en parte, había querido tomarla de nuevo allí debajo del marco de la puerta pero no podía dejar que la cena que ella preparo se desperdiciara- y mejor para salud mental de los dos y el resto de la cena que preparaste..-hablo mientras se iba hacia la habitación que ahora ambos compartían- ...que no entres conmigo a la habitación hasta que termine de vestirme.. soy capaz de olvidarme de nuevo de la cena e ir directo al postre -le guiño un ojo antes de cerrar la puerta detrás de sí, recostado contra la misma al otro lado suspiro- como amo a esa mujer.. -se alejo de la puerta y fue directo hacia el ropero donde tenia sus ropas y que compartía con Leda, tomo unas bermudas, sus boxers y una playera blanca y se dispuso a vestirse por completo de otra forma.. se sentía tentando a tomar a Leda una y otra vez.-

Ya listo fue hacia el encuentro de su pelirroja y la cena.

Esa mujer lo iba a matar un día de esos, si, un paro cardíaco seguramente sería la razón. Divertido mientras termino de vestirse recordando como se había quejado de no llevarla consigo hasta la habitación por peligro a que, bueno.. ya se lo imaginaran. Cuando llego a la cocina de nuevo sonriendo en respuesta a la sonrisa que ella le brindaba, noto que preparo por completo la mesa para los dos, acercándose a ella rió cuando le dijo que tenía que alimentarse por todo el ejercicio que hacían, mientras ella le guiaba hasta la mesa.

Ya sentado comenzó a probar los macarrones, aunque su costumbre era de ser siempre tranquilo con Leda sabía que podía descontrolarse y a veces soltarse un poco más, y en ese momento supo que en realidad tenía mucha hambre, generalmente en la oficina de policía sobrevivía con café netamente todo el día. Comía poco o se le pasaban más bien las horas de almuerzo, a la mañana podía desayunar con Leda y en la noche cenar juntos de nuevo. Comió devorando casi todo el plato en segundo.

- más que ricos -le confirmo con la boca llena mientras disfrutaba (a su modo) de la cena preparada por ella. Era una delicia tener que compartir comidas con alguien cuando generalmente lo único que comía eran alimentos pre-congelados del mini-market mas cercano. Cuando ella le llamo pidiendo atención, él dejo su plato aun lado oyendo que era lo que tenía que decirle, al principio se preocupo bastante por la forma en que lo dijo, pero le tranquilizo oír luego que seguro era una tontería, si ella lo decía podía ser así, pero no estaba del todo seguro. Sin embargo se mantenía preparado para todo lo que pudiera venir. Rió negando con la cabeza sobre su pregunta si comía muy rápido- no tanto como yo -aseguro con una nota de orgullo en su voz mostrando su plato-

La miro levantarse después de mencionar un recuerdo con su padre y saco de un cajón algo que no pudo identificar porque se encontraba escondido de su visión. Espero paciente cuando ella se acerco y se lo mostró. Eran pastillas, no cualquiera, las tomo para examinarlas y en efecto eran las usadas comúnmente para tratar estrés y depresión. Observo a Leda que se veía muy avergonzada al respecto, por alguna razón el agente decidió guardar silencio hasta que ella le contara todo al respecto, sin que deba preocuparse por palabras que dijera antes. Le relato como después del ataque a su padre había quedado afectaba fuertemente debido a la experiencia tan fuerte que tuvo, luego de como su amigo le había llevado junto a una psicólogo que le receto las pastillas. Las volvió a examinar y su mirada oscura se perdió en las mismas para luego volver a alzar la vista cuando ella volvió a hablar al respecto.

Sonrió con levedad con la comisura de su boca cuando ella confeso su miedo al imaginar lo que él pensaría de ella, la recibió en su regazo y le aseguro con la mirada que todo estaba bien.

- no te preocupes, además ya es tarde, te considere una loca desde el día uno.. nadie puede quitar esa primera impresión -bromeo mientras la abrazaba por la cintura- pero si piensas que eso haría cambiar lo que siento por ti no pasara, no me importa que los tomes o los hayas tomado en el pasado, desde que estamos juntos jamás te he visto más feliz y viva, y quiero permanecer así, ignoro que los sigas tomado pero me importa poco.. solo quiero tenerte a mi lado y hacerte sentir la felicidad que siento cuando tu también estas conmigo -su voz salió serena y suave como siempre mientras sus ojos vagaban por el rostro de ella para reír luego por los besos que le daba, recordando sus preguntas anteriores respecto tanto al entrenamiento como a su pasado-

Se aparto de él y Sasaki le miro más mientras recogía por haberle dejado solo, la quería entre sus brazos solamente. Pero estaba comenzando a sentir calor con esos besos así que suponía que había presentido "el peligro" sonrió de lado observándola hacer desde su lugar. Le pregunto sobre como era de niño y oyó el tipo de imaginación que tenía respecto a como había sido, solo pudo sonreirle y reírse con sus cosas para luego desviar la atención en las fotos que tenía ella con su padre. Accedió a quitarse una foto con ella y miro sonriente a la cámara mientras abrazaba a leda rodeando con su cintura acercándola él lo suficiente para que salieran ambos en ella. Miro por encima del hombro de la pelirroja para ver como habían salido.

- preciosa... -fue lo que dijo divertido mientras miraba la foto- pero no la muestres a nadie.. mi idea de que sea solo tuya no quiero que la gente te vea vestida en el pijama feo que solo yo puedo ver.. -dice con una sonrisa mientras comienza a besar el cuello de ella, se aparto solo lo suficiente para ver su playera y luego a ella divertido- es tuya pero tienes que sacármela antes.. -sonrió con diversión, pero luego recordó el entrenamiento, no podía haber juegos previos como todas las noches, necesitarían la energía al día siguiente- oh maldición.. -beso efusivamente los labios de ella- mejor te llevo a la cama que me haces perder la cordura y no dormiremos nada en la noche

La tomo en brazos y la levanto como si fuera un saco de papas sobre su hombro.

- déjame escoltarte hasta la suite, ojou-sama -dijo todo creído mientras caminaba con ella sobre su hombro soltando risas por el camino por llevarla de esa manera, cuando llegaron a la habitación la dejo en la cama y se acostó a su lado abrazándola por la cintura- ¿todavía quieres oír como era de niño..? -pregunto en susurros acercándola a él, sintiendo el calor de su mujer y su respiración, el corazón de Leda al latir le llenaba de una paz que nunca pensó poder encontrar-

Pasada la noche conversaron un poco respecto de nuestras vidas siendo niños, en especial el agente le contó sobre las cosas que quería saber de él cuando era más pequeño, al contarle que fue un niño bastante callado y respetuoso con sus mayores, nada alocado y muy diferente a como es ahora se podría decir. No había sido problemático aunque tuvo sus años de rebeldía como todos los demás, sin embargo cuando se unió a la academia de policías volvió al rumbo de tomar el reglamento y su vida con disciplina siempre se levantaba temprano sin importar los días, trabajaba mucho y casi no tenía descansos. Había reído con las cosas que mencionaba su mujer respecto a como lo imaginaba y todo eso, le gustaba tener a alguien con quien compartir sus viejas anécdotas -aunque no tuviera muchas-

Se quedaron dormidos sin darse cuenta él abrazado a ella como todas las noches, cuando estaba a punto de sonar el despertador Sasaki abrió los ojos observando a su pelirroja dormir sonreía divertido de ver la cara que ponía y ya cuando el sonido del despertador le comenzo a molestar entre sueños fue que él estiro la mano para apagarlo al ver que había cumplido su objetivo.

- hahaha.. no podemos.. tenemos que levantarnos... -su voz era profunda, y habló con un tono agradable cuando la animo a que despertara por completo para comenzar el día y tener ese entrenamiento que había pospuesto, era domingo y así ninguno tenía que ir a trabajar-

Adoraba estar demasiado cerca y demasiado tiempo en compañía de Leda. Era su problema, se dijo. No estaba acostumbrada a estar con una mujer como Leda, adoraba estra a su lado, era dificil despegarse de las mañanas de ella para ir a trabajar. Sin embargo estaba preparado para vivir su vida a su lado por lo que quedara de su existencia.

Sexualmente debería haber sido muy sencillo. No paraban de mezclar intimidad y amistad de un modo tan natural que entre ellos respondían sin pensar, facilmente pasaban por una pareja de casados sin estarlo. Le gustaba Leda, se dijo, la amaba. Era una mujer agradable; tanto, que él tendía a olvidar lo cerca que podía llegar, lo mucho que podía ver de ella con cada segundo que pasaba de su vida. Cuando sus ojos se encontraban simplemente llegaban hasta conectar sus almas.

Ambos se levantaron y comenzaron a vestirse con tranquilidad cuando ambos acabaron, sin embargo la excitación invadió a Sasaki cuando ella se acerco demasiado, con esa ropa tan ajustada deportiva y compitió con el deseo que había brotado fulminantemente en él. Recorrió su rostro con los labios mientras ella estuviera cerca.

- Entonces no me contendré.. -Rozó su boca con los labios ahora-. te tomare... -Le acarició el vientre descubierto con una mano y sintió la reacción de ella.- y seré muy.. pero muy.. malo contigo

La besó en la barbilla. Sasaki pronunció su nombre, sólo su nombre, y estuvo a punto de perder el control pero se contuvo. Hundió sus dedos en la cintura de Leda para acercarla y luego con la otra mano le acarició el pelo, tirando fuerte para unir sus bocas en un beso desesperado. Como todas las veces, sintió una salvaje ola de deseo cuando la besó con pasión y con avidez él la apretó contra sí.

Era fácil para Yuuto rendirse al cuerpo de su mujer apretado contra el suyo. Se rindió a ella como todas las veces, a él mismo, mientras algo en su interior se deshacía, su mente se quedaba felizmente en blanco y luego se llenaba con la imagen de Leda. Él percibió el cambio que estaba comenzando a haber en él mismo, mientras devoraba la boca de su pelirroja, no sólo en su entrega y en la respiración más acelerada. La rendición fue para él dulce e inesperada. Ella era la mujer de la que se había enamorado locamente. Sus caricias se hicieron más lentas y suaves, calmando temblores y provocando otros. Pero se tuvo que detener porque tenían cosas que hacer.

- debería de llevarte a la cama y tomarte -susurro con una voz impregnada de placer- pero esto debería de ser más importante... -se alejo lentamente de ella sin soltar de su cintura- creo que podríamos apartar las cosas de la sala y usar el espacio y la alfombra como lugar de entrenamiento... ¿o tienes otro lugar en mente? -llevo algunos cabellos rojos de ella detrás de oreja mientras la miraba con intensidad, sabiendo que su deseo no había desaparecido del todo-