Caelum Inferi {Elite} Confirmación

Solo pocos lo sabían, la caída de Lucifer a manos del ejército de Dios comandado desde la sombra por el arcángel Miguel se llevó a cabo en una encarnizada lucha en la que el rey de los caídos acabó encerrado en un profundo abismo usado como mazmorra de sufrimiento situado en el fondo del mar más profundo, custodiado desde los cielos cada segundo, El Tartaro.

En Judas 6→ “Y a los ángeles que no guardaron su posición original, sino que abandonaron su propio y debido lugar de habitación, los ha reservado con cadenas sempiternas bajo densa oscuridad para el juicio del gran día”

Muchos demonios, vampiros y caídos fueron derrotados, otros huyeron y posiblemente ahora estén ocultos bajo su forma humana tratando de pasar desapercibidos ante los ojos de cualquier ser, ellos saben que su tiempo de poder ahora no toca y esperan la llamada, esperan el momento idóneo para volver a rebelarse. Pero no, ahora su principal objetivo es salvaguardar su propia vida.

¿El bien predomina sobre el mal? ¿El mundo vuelve a recuperar la paz? En absoluto. ¿Qué me decís de Lilith? ¿Qué fue de la primera mujer que Dios creó? Ella vive, ella sabía que estos días iban a llegar y no dudó en asegurar la continuidad de Lucifer para el futuro. Engendró junto con el demonio Mefistófeles al anti-cristo, que llegado el momento será la llave para abrir esa mazmorra en el abismo del mar más profundo. ¿Dónde está el anti-cristo? Lo han ocultado, para protegerle. ¿Cómo sabremos cuándo es el momento de la liberación de Lucifer? Solo Lilith y su cuerpo pueden descifrarlo. ¿Sería una buena idea matar a la primera de Adán para creer en la salvación de la humanidad? Posiblemente.

¿Han acabado las amenazas? ¿Existe algún ser capaz de seguir teniendo en vilo a las almas inocentes? Sigue leyendo con atención:

Los Cuatro Jinentes del Apocalípsis son algo que siempre ha rondado nuestro mundo, convirtiéndolo en suyo y trayendo a la realidad las peores pesadillas de cualquier ser que haya osado nacer. Sus nombres son conocidos, pues se nombran a diario, pero es cierto que han permanecido en las sombras... hasta ahora. Ya que el mal no consigue alzarse, llegan ellos para apadrinar al caos, para seducir a las almas que aún no han podido ser corrompidas y devorarlas con anhelo de poder.
El Hambre, desolando y poniendo fin a vidas de una forma terrorífica y dolorosa, haciendo que el cuerpo flaquee y no se pueda mover ni siquiera. La Guerra, aquella que se siembra con lanzas y espadas, con la que no se puede recoger nada excepto la angustia y el sufrimiento. La Victoria, que gloriosa se alza pisando los cráneos de aquellos a los que ha derrotado, voraz y ansiosa sin permitirse tan siquiera parpadear para no perder su oportunidad. Y por último, pero no menos importante, se halla la Muerte, quien se encarga de poner fin a ese sufrimiento al que se expone todo ser que respire. Quizá sea la más apacible de todas, o incluso, piadosa si se ve desde cierto punto de vista.

Ellos salvaguardan al anti-cristo, ellos velan por la seguridad de la criatura hasta que llegado el momento les sirva para alzarse con el poder. ¿Quién se atrevería a querer matar a este ser con semejantes padrinos a sus espaldas? Por supuesto que los más fieles a Dios están dispuestos a cualquier cosa, entre ellos los Templarios, los ángeles, los arcángeles y todo ser con capacidad para ejercer el bien.